El viernes por la tarde, Marcel le envió un mensaje a Coco avisando que pasaría por ella a las 8. Esta ves, Coraline no le permitió a su amiga que la ayudara a arreglarse, pues no quería llamar la atención; ella quería lucir lo más simple posible. Leyla dudó un poco al principio, pero aceptó solamente porque sabía que si dejaba a que ella fuera vestida 100% a su propio estilo, él la aceptaría con los brazos abiertos sin dudar.
Coraline comenzó a prepararse a las 5. Tardó casi 2 horas en la ducha debido a que el agua congelada la ayudaba mantenerse despierta y tomar valor; luego, comenzó con los más difícil: escoger su vestimenta. Tardó más de 20 minutos escogiendo el jean mas viejo y gastado que tenía en su armario, la camiseta más simple y aburrida, las mismas botas negras de siempre y un cardigan de algodón. Sin maquillaje ni ningún arreglo en su alocado cabello suelto, Coraline ya estaba lista para ir; estaba lista físicamente, pero mentalmente aún se negaba a salir.
- Perfecta -chilló Leila con entusiasmo. Rápidamente sacó un pequeño rubor de su bolsillo y se lo puso a su amiga rápidamente en la cara. Si Coco no se hubiese corrido se lo habría puesto en las mejillas y no en su boca.
- Puaj -comenzó a escupir y refrego su rostro con las manos para quitarse el polvo de encima- No me pongas tus porquerías.
- Es que me dejé llevar -se excusó emocionada, mucho más que la que supuestamente debía salir- Siempre he soñado con el día en que tú finalmente llegaras a tener una cita real con un chico real para tener una relación real... Iré por mi cámara -anunció agitando sus manos como pato en vuelo y corrió a su habitación en busca del dispositivo.
- ¿Qué carajos haces? -preguntó mientras entraba a la habitación de su amiga, solo que no pudo pasar de la puerta debido a que el flash estaba encendido.
- Salió horrible pero no importa -sonrió Leila y volvió a esconder su cámara, aprovechando que Coraline no podía ver.
- Eres una tonta -gruñó, quitándose los lentes de aumento para poder refregar sus ojos.
- Descuida, dudo que vayas a quedar más ciega de lo que naturalmente ya eres -se burló mientras buscaba algo de ropa en su armario.
Una ves que la vista de C mejoró, volvió a colocarse sus lentes en donde deben ir y la observó un poco extrañada.
- ¿Vas a salir?.
- Debo ir la biblioteca, necesito utilizar una computadora -salió de la habitación con rumbo al cuarto de baño, luchando con su camiseta que no pasaba por su cabeza- Demonios, esta porquería se encogió. !¿Porqué no me pasa?! -se la quitó furiosa- Aah, olvide desprender los botones.
- Quien diría que tú te encuentras en tu 3er año de la carrera de enfermería -murmuró Cc negando con la cabeza por la genialidad de su amiga.
- ¡Listo! No quiero estar aquí para cuando tu Romeo llegue o podría arruinarles el ambiente romántico, así que me voy a ir ahora mismo -informó Leila mientras acomodaba su Jean y acomodaba su bracier para que este no le molestase.
- No te pego solamente porque soy una buena persona -dijo Coraline y ambas se miraron serias durante un par de segundos antes de romper en carcajadas por eso.
Eso nadie se lo cree.
- Nos vemos pronto, querida -se despidió Ll- No hagas muchas cochinada esta noche, y si las haces procura tener cuidado; ya que eres un poco inexperta en ese aspecto, te daré un pequeño esquema sobre educación sexual...
ESTÁS LEYENDO
Désaccord (1)
AksiTodos poseemos un lado oscuro en lo más profundo de nuestro ser; la mayoría opta por ocultarlo pero otros prefieren dejarlo salir... Coraline y Leila son amigas desde la infancia que con el tiempo lograron descubrir un nuevo mundo fuera de casa, uno...