🌹C.18🌹

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El viernes por la tarde, Marcel le envió un mensaje a Coco avisando que pasaría por ella a las 8. Esta ves, Coraline no le permitió a su amiga que la ayudara a arreglarse, pues no quería llamar la atención; ella quería lucir lo más simple posible. Leyla dudó un poco al principio, pero aceptó solamente porque sabía que si dejaba a que ella fuera vestida 100% a su propio estilo, él la aceptaría con los brazos abiertos sin dudar.

Coraline comenzó a prepararse a las 5. Tardó casi 2 horas en la ducha debido a que el agua congelada la ayudaba mantenerse despierta y tomar valor; luego, comenzó con los más difícil: escoger su vestimenta. Tardó más de 20 minutos escogiendo el jean mas viejo y gastado que tenía en su armario, la camiseta más simple y aburrida, las mismas botas negras de siempre y un cardigan de algodón. Sin maquillaje ni ningún arreglo en su alocado cabello suelto, Coraline ya estaba lista para ir; estaba lista físicamente, pero mentalmente aún se negaba a salir.

- Perfecta -chilló Leila con entusiasmo. Rápidamente sacó un pequeño rubor de su bolsillo y se lo puso a su amiga rápidamente en la cara. Si Coco no se hubiese corrido se lo habría puesto en las mejillas y no en su boca.

- Puaj -comenzó a escupir y refrego su rostro con las manos para quitarse el polvo de encima- No me pongas tus porquerías.

- Es que me dejé llevar -se excusó emocionada, mucho más que la que supuestamente debía salir- Siempre he soñado con el día en que tú finalmente llegaras a tener una cita real con un chico real para tener una relación real... Iré por mi cámara -anunció agitando sus manos como pato en vuelo y corrió a su habitación en busca del dispositivo.

- ¿Qué carajos haces? -preguntó mientras entraba a la habitación de su amiga, solo que no pudo pasar de la puerta debido a que el flash estaba encendido.

- Salió horrible pero no importa -sonrió Leila y volvió a esconder su cámara, aprovechando que Coraline no podía ver.

- Eres una tonta -gruñó, quitándose los lentes de aumento para poder refregar sus ojos.

- Descuida, dudo que vayas a quedar más ciega de lo que naturalmente ya eres -se burló mientras buscaba algo de ropa en su armario.

Una ves que la vista de C mejoró, volvió a colocarse sus lentes en donde deben ir y la observó un poco extrañada.

- ¿Vas a salir?.

- Debo ir la biblioteca, necesito utilizar una computadora -salió de la habitación con rumbo al cuarto de baño, luchando con su camiseta que no pasaba por su cabeza- Demonios, esta porquería se encogió. !¿Porqué no me pasa?! -se la quitó furiosa- Aah, olvide desprender los botones.

- Quien diría que tú te encuentras en tu 3er año de la carrera de enfermería -murmuró Cc negando con la cabeza por la genialidad de su amiga.

- ¡Listo! No quiero estar aquí para cuando tu Romeo llegue o podría arruinarles el ambiente romántico, así que me voy a ir ahora mismo -informó Leila mientras acomodaba su Jean y acomodaba su bracier para que este no le molestase.

- No te pego solamente porque soy una buena persona -dijo Coraline y ambas se miraron serias durante un par de segundos antes de romper en carcajadas por eso.

Eso nadie se lo cree.

- Nos vemos pronto, querida -se despidió Ll- No hagas muchas cochinada esta noche, y si las haces procura tener cuidado; ya que eres un poco inexperta en ese aspecto, te daré un pequeño esquema sobre educación sexual...

Désaccord (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora