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El bosque crujía mientras dejaban sus pisadas en la espesa hierva primaveral. Podía notar aquel olor conocido a madera y flores que se filtraba a través de la brisa aunque el estuviese con una bolsa de genero en la cabeza. Era arrastrado por dos hombres y sabía que detrás de ellos venían unos seis más. La tranquilidad del lugar era interrumpida gracias a lo rápido que se movían, si cometían algún error toda la operación se vendría abajo.

"Tienen que llegar al centro del bosque", había dicho su padre.

Jungkook repasaba una y otra vez el plan en su mente mientras los demás alfas conducían su paso hacia el último destino. La idea era llegar hasta el lugar donde la rebelión últimamente había estado emboscando a varias manadas o guardianes del consejo. Allí tendría su oportunidad para tender la trampa, infiltrarse y comenzar con su trabajo de espía. Sabía que no sería fácil pero estaba seguro que podría mimetizarse entre los rebeldes, todo por proteger a la manada.

"Dirás que fuiste juzgado por defender a un omega. Con eso ellos confiaran en ti y te llevaran a su base."

Iba decidido. Esa sería la misión de su vida y no podía fallar en ello. Tenía claro que la rebelión omega estaba tomando una fuerza impresionante durante los últimos meses. Habían empezado a secuestrar a diversos miembros de distintas manadas alrededor del territorio y exigían la desintegración del consejo de alfas o seguirían haciendo desaparecer a los lobos. Jungkook se sentía asqueado de solo pensarlo, se trataba de un montón de omegas que iban contra la tradición milenaria y que estaban poniendo en juego el equilibro que existía en la sociedad de licantropos. Desde las antiguas civilizaciones la cadena estaba impuesta sobre ellos, hasta su naturaleza les dictaba seguir aquellos escalones donde los alfas eran quienes debían tener el control de la manada y los omegas debían estar a su lado para ayudarles. El hecho de pedir la desintegración del consejo e intentar cambiar la forma en que todo funcionaba era, sin duda alguna, ir en contra del lobo interior.

El problema más grave de que la rebelión estuviese haciendo desaparecer a los omegas de las aldeas era que estos estaban marcados y que pronto se acercaba el festival de La Luna. Todos sabían que les pasaría a los alfas que han quedado solos y enfermos porque se llevaron lejos a sus parejas. Jungkook podía dar por echo de que si no actuaban pronto todo terminaría en un completo genocidio en los próximos tres meses. Los omegas no tenían idea de con qué fuerzas estaban jugando, la misma Luna sabía que lo que hacían era descabellado.

"Debes lograr que simpaticen contigo, que te hagan parte de la rebelión. Así podrás decirnos que es lo planean y como poder atacarlos desde adentro."

Jungkook quería salvar a la manada, desde muy pequeño se mostró como un alfa superior justo igual que su padre. Era un líder por donde se le viera que con tan solo dar un pequeño gruñido hacía incapaz a cualquiera de contradecirle. Dentro de la manada sabían que el sería el siguiente sucesor como alfa mayor y él quería ganarse aquel derecho no solo por su condición sanguínea sino también por su esfuerzo para mantener el equilibrio dentro de la sociedad.

"Eres fuerte, Jungkook. Pero para esta misión debes comportarte como si entendieras los ideales de los omegas. Si dejas salir tu temperamento de alfa todo terminará sin que tengamos la oportunidad de detenerlo."

Seguían caminando por el bosque. Además de estar con la bolsa de genero en la cabeza impidiéndole ver también lo habían esposado. Tenía que verse como un prisionero a punto de ser juzgado y lo estaba consiguiendo, hasta de vez en cuando el resto de los alfas lo trataban de traidor para hacer más real la actuación. Jungkook estaba seguro de que eso bastaría para que la rebelión hiciera aparición.

Rebellion ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora