EL NOVIO DE RESERVA

Capítulo 3

Treinta minutos más tarde, Jong dejó escapar un suspiro de alivio cuando oyó el bip, bip, bip de la combinación de la entrada sin llave frente a su casa, y Key se arrastró al interior con sus ademanes extravagantes. Un paquete firmemente enrollado de energía en un cuerpo compacto de uno con setenta de estatura, parecía vestido con ropa informal, pero Jong sabía que el traje de Hermes había costado una fortuna. La delgada figura de Key lucía una camiseta de manga larga de cachemira y apretados jeans negros.

Jong solo esperaba que el hombre hubiera traído todos sus poderes de persuasión con él.

Key cerró la puerta y se detuvo, evaluando a Jong y Minho desde donde estaban sentados en la sala. ─Necesito un Bloody Mary.

─Apenas son las once de la mañana ─dijo Jong.

Sin embargo, Dios sabía, que después de la visita de Siwon y la francotiradora boca de Minho, Jong también sentía la necesidad de una bebida.

─Sí, un mal quita otro mal y todo eso ─dijo Key mientras alisaba un mechón de cabello negro de la frente─. ¿No podrías haber esperado hasta un mejor momento? ¿Cómo el año que viene?

Jong dijo con firmeza: ─No.

Lo primero que Jong había hecho después de que Siwon se hubiera ido fue llamar a Key e insistir que viniera. Normalmente se habría apiadado de su amigo, pero esta vez las protestas por la astronómica resaca que tenía Key no fueron escuchadas. Jong lo necesitaba para hacer entrar en razón a Minho. Además, era lo justo. Key era el que le había recomendado a Jong que buscara a Minho en primer lugar, y Key había olvidado mencionar que el hombre estaba loco.

Jonghyun habría recordado tal descripción.

Key cruzó la sala hacia Minho, donde él estaba situado en el minibar, mezclando el Bloody Mary.

─Recuerda, Key ─Minho dijo─. La reunión de esta tarde sobre la carrera de póker no puede durar más de cuarenta y cinco minutos, como máximo.

─Haré mi mejor esfuerzo ─Key aceptó la bebida con un gracias murmurado─. Pero no puedo garantizar nada.

Minho señaló con el dedo en dirección de Key. ─No me hagas sacar un cronometro.

─De acuerdo ─dijo Key─. Con tal de que no me hagas beber solo.

Minho sacó amablemente una cerveza de la pequeña nevera, y Jong tuvo la impresión que el patrón de interacción mutuamente tolerante había sido forjado hacía siglos.