Cap 2.

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Esa noche, se oían las sirenas de la policía peinando la zona seguramente buscando a Suho quien era el perseguido por robar una joya que al parecer tenía mucho valor, más de lo que Jun Myeon pensaba.

Dejó que el muchacho de cabellos negros le enseñará toda la casa aunque hubo un par de veces que YiXing le había enseñado un cuarto confundiendolo con otro pero no lo corregiria ni nada, era comprensible.

Las sirenas callaron como callaron también las pisadas dentro de la casa, YiXing se había retirado a dormir pero antes le había ofrecido a Jun Myeon comer algo, era libre de hacerlo.

Y ahí estaba, comiendo un poco de cereal y yogurt en la cocina después de un día tan agitado, sólo quería dormir pero no en ese lugar, sino en su casa, su fría, pequeña y pobre casa donde seguramente habría policías esperándolo.

Terminó su "cena" y se dispuso a  lavar, aunque no fuera su casa ni fueran sus cosas, no era alguien que dejará algo desordenado ni tirado por ahí, eso no era lo que sus padres le habían enseñado.

Mientras él comienza a lavar el posillo de cristal y guardarlo después de secarlo nota algo en el bote de basura, brilla, no sabe a ciencia cierta que es pero curioso mete la mano y lo saca.

- ¿Por qué tiró esto? -se pregunta en voz alta al sacar el cucuchillo.

Fruncio el ceño un tanto desconcertado y volvió a ver en el bote de basura, restos de comida, vegetales que bien podían ser utilizados para hacer un guiso o alguna sopa.

- Malditos millonarios -maldijo.

Lavó el cuchillo y lo puso en un lugar visible.

Era hora de irse, pero antes debía agradecerle a YiXing la hospitalidad, no le diría que era un ladrón pero si que no era quien creía él.

Subió las escaleras a paso lento, pensando en las palabras que le diría, no quería hacerlo sentir mal, pero no podía hacerse responsable de un desconocido, ya suficiente tenía con su padre.

Giro la perilla del cuarto del joven de cabello azabache y la puerta se abrió, empujó lentamente para hacer el menos ruido posible si es que el contrario estaba dormido, todas las luces apagadas y cortinas cerradas no dejaban ver el interior, dio un paso pero tropezó con algo en el suelo y cayó de rodillas sobre la duela maldiciendo mentalmente aguantandose un grito de dolor.

- ¿Jun Myeon?

"¡Demonios! Lo desperté"

- Aquí estoy

- ¿Estas bien? ¿Te lastimaste?

Suho abrió los ojos como platos, el muchacho había deducido, sólo por los sonidos, que se había caído.

- Estoy bien -Mintió, la verdad es que su rodilla ardía. Se puso de pie y busco el interruptor con las manos, al tenerlo la subió y todo el cuarto se iluminó y lo primero que vio fue hacia el suelo.

"¿Pantuflas?"

- ¿Jun Myeon?

Suho dirigió la mirada hacia el muchacho que permanecía sentado "mirandolo" tenía los cabellos desordenados y un suéter de lado donde se podía ver un poco de su hombro y pecho.

- Estoy aquí -trago duro, el muchacho tenía una piel tan blanca y tersa que incluso se podía decir que estaba celoso de ella.

- ¿Pasa algo?

- No, claro que no.. sólo que...-miró hacia la habitación del joven y vio todo muy ordenado a excepción de su escritorio que estaba echo un desastre y al suelo que tenía sus pantuflas en el lugar que no correspondía- vine a ver como estabas.

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