Cap 7

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Suho no podía dormir cómodamente, se removió muchas veces en la cama inquietó, el no saber que contenía la carta lo estaba carcomiendo por dentro.

Jamás había sentido tanta curiosidad por leer una carta en su vida, ni siendo mensajero le había causado tal efecto, pero necesitaba saber que es lo que una novia le escribía a su novio, ¿sería algo cursi? Algo como "Amor mío, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo..." y así como si se tratara de una palabra a repetir terminaría la carta, pero no podía sacar conclusiones así mientras no leyese la hoja esa.

Harto de ese estado se levantó de la cama y salió de la habitación temporal en la que se quedaba y bajo hasta la cocina, sentado en el suelo y apoyado en la puerta inteligente de esta, recordó aquella noche cuando había llegado, recordaba como había corrido muchas cuadras tratando de no ser pillado por los encargados de la joyería donde acababa de hurtar, no recuerda muy bien como fue que saltó la pared que separaba la calle de la gran mansión pero si recordaba que cuando descansaba sobre el césped semi húmedo todos sus músculos entraban de un estado de relajación, además recordó como se veía la gran casa lujosa desde afuera, toda oscura y apagada que daba la impresión de que dentro no habitara ni un alma y por aquella hipótesis fue que se animó a entrar, pero..

- Aquella noche entre por una puerta que.. No tenía seguro -recordó en voz alta- esa puerta..

Se levantó tan rápido como pudo del suelo y trató de abrir la puerta en la que estaba apoyado sin éxito alguno, la puerta tenía seguro inteligente.

- Esa puerta.. No entre por lo la cocina, entre por la sala..

Rápidamente camino hacia la sala pisando un poco de tierra y piedritas con sus pies descalzos en un lado escondido de la sala, la puerta carecía de algún tipo de pomo.. en lugar de eso habían dos huequitos pequeños donde entraban los dedos y de donde se debía halar para abrirla, así lo hizo y la puerta se abrió dando directamente al jardín.

Como Suho lo supuso, ese jardín tenía muchas malas hierbas creciendo a la par de las flores, se veía mal, se veía como arbustos feos.

- Este es el desastre -dijo en voz alta recordando las palabras de Leo.

Se veía tan complicado arreglarla, seguramente le llevaría mucho tiempo al jardinero.

Dio unos pasos fuera de la gran mansión dejando que la brisa lo bañada y se sintiese una vez más libre, dio media vuelta sobre sus talones observando la puerta "oculta" que no constaba de un seguro inteligente, pero había algo mal ahí, Suho no era arquitecto ni mucho menos sabía algo de la materia pero estaba más que claro que la puerta no pertenecía a ese lugar, es más rompía con la armonía de tan bella mansión y sus colores.

- El que lo puso estaba loco -decía en voz alta riendo un poco pero entonces dirigió la mirada hacia arriba y esta daba con la gran ventana del cuarto de Yixing, a él dueño le gustaban las flores y amaba ese jardín, seguramente ver el desastre de ahora lo haría llorar.

De alguna forma relacionó mucho la puerta con el jardín y el jardín con Yixing, ¿sería capaz? ¿sería capaz Yixing de hacer colocar una puerta para ver su jardín? Era muy probable, más que nada lo tomó como un si así que sonrió amplio y miro una vez más al desastre de jardín.

Si una rosa en el desayuno le había arrancado una sonrisa al menor, un jardín bien cuidado y arreglado seguramente le daría felicidad.

Sin mucho pensarlo se adentró en ese desastre de jardín y comenzó a arrancar las malas hierbas con las manos, no le importó que fuera de noche y que el frío le hiciese doler los huesos, sólo quería arreglar ese enorme jardín para el triste dueño de la mansión.

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