Beautiful

Cap 9.

Después de un largo abrazo Yixing fue quedando dormido hasta que su abrazo se fue haciendo cada vez más débil, Suho lo sabía incluso por el peso que sentía del cuerpo ajeno así que una vez seguro de que dormía lo acostó suavemente sobre la cama cubriendolo con algunas mantas dejándolo descansar.

Suho salió de su habitación temporal en donde ahora el joven dueño de la casa dormía y camino al estudio, encendió la lamparilla pequeña de la mesa y se sentó en la silla más cercana a ella.

Aún sostenía la carta de Kristal en las manos, estaba arrugada pero no importaba, esa carta merecía estar arrugada, no sólo arrugada, ¡quemada!.

De la nada comenzó a reír, reír sin parar y no sabía si era por lástima de lo que estaba escrito en la hoja de papel que sostenía o porque era una broma y él había caído redondito.

Volvió a poner la carta en una posición que hacia que le diese la luz para poder leerla, quería saber si lo que antes sus ojos habían leído era un error pero...No.

- Lay -comenzó a leer- Se te extraña en la compañía, casi no tenemos proyectos sin ti, sé que te encuentras mal pero todo esta aún más mal aquí. Atte: Tu novia Kristal.

Terminó de leer la carta una vez más, un signo de interrogación apareció en su rostro dejándolo en un estado de confusión, ¿qué acababa de leer? Al parecer la carta era de una compañera de trabajo que le exigía volver, eso creería si no firmará con "Tu novia Kristal" ¿en verdad la chica se creía eso de novia? La Carta no lo reflejaba.

Arrugo la carta y la tiró al basurero de dentro del estudio que estaba vacía.

- Esa carta no debería existir -sentenció Suho quizá hasta un poco enojado, enojado porque él jamás había tenido novia pero con una novia así prefería estar soltero, se sentía triste porque siempre creyó que una novia le escribiría cosas dulces a un novio y más si el novio quedará ciego, dolido porque Yixing se merecía a alguien mejor y la carta le había dolido más a él que al joven dueño, la mentira que había dicho no había echo más que declarar sus propios miedos y eso lo enojaba, lo ponía triste y le dolía en el orgullo.

Pero por otro lado, sentía que había echo lo correcto, no iba a leer aquello delante del muchacho pero ¿iba a sostener su mentira?

Dejó salir un suspiro pesado, no sabía que hacer en un momento así, no quería dañar al menor pero tampoco quería mentirle, no quería nada malo para Yixing, no se lo merecía.

Apoyo los brazos en la mesita del escritorio pensativo, su mente maquineaba ideas en fracciones de segundo pero al parecer no eran las correctas.

Poco a poco fue vencido por el sueño así que se levantó y camino hacia su habitación temporal, pasó a ella y al sentarse en la cama recordó que el joven dueño yacía tendido ahí, no podía dormir con él ¿o si? No era correcto pero ¿dónde dormiria él? Tampoco podía ir a la habitación del dueño a dormir en su cama, eso era un exceso de confianza.

Se quedo sentado esperando a que pasará la hora pero no parecía avanzar, así que sin siquiera notarlo se fue acostando a un lado del famoso modelo y diseñador, metiéndose entre las cobijas y hasta apegandose al cuerpo ajeno que proporcionaba calor.

Así fue que al amanecer Yixing sintió un ligero comezon en la panza, al intentar rascarse para calmar ese picor se dio cuenta de que su cintura estaba enrollada por un fuerte brazo que lo sostenía con mucha amabilidad, por un momento sintió miedo abriendo los ojos de golpe, jamás en la vida había dormido con nadie y menos había tenido un contacto así, posó su mano en la del contrario, sus dedos eran delgados pero muy masculinos así como su mano y su muñeca, no era su habitación...era la de...