Nada es como antes

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Perdón por subir hasta hoy pero he tendio problemas personales que he tenido que atender ahorita, tratare de subir un capítulo más en la semana pero no prometo nada ya que tengo mi examen de titulación en puerta y debo estudiar ya que de eso depende el titularme o no. también la falta de dinero me ha dejado algo bajoneada y muy ocupada ya que por eso mismo me aleje de aquí. ya no los molest más y a leer

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Alexander

En ese preciso momento en el que tuve a mi hija entre mis brazos me di cuenta que había sido un idiota al haberme marchado, fui un imbécil al haberla dejado sola, ¿si tan sólo no me hubiera ido?, ¿si tan sólo no me hubiera separado de Stephanie? otra cosa sería, hubiera visto a mi hija nacer, le hubiera cambiado sus pañales, le hubiera puesto atención y brindado cuidados cuando enfermara, esas y millones de cosas más hubiera hecho.

No me percate en qué momento comencé a llorar, mientras que mi hija me limpiaba las lágrimas que caían de mis ojos, entonces sin esperarlo ella hablo

-¿estás triste papi?                        

Alce mi cabeza para observarla y notar esos preciosos ojitos verdes, dios mataría a cualquiera que intentara hacerle daño, pero despabilándome le conteste

-no hija, no estoy triste, lloro de felicidad

Mi hija hizo una arruguita adorable con su nariz, dios, es la  misma que hago cuando estoy pensando algo, frunció la boca y me dijo

-mmmm, ¿lloras de felicidad?-asentí sonriente y ella me volvía a preguntar-¿por qué?

Reí por lo bajo, era una niña muy curiosa y me encantaban sus reacciones. Le di un pequeño beso en la punta de su nariz y le dije

-bueno, no sólo lloramos de tristeza amor, también lloramos de alegría, cuando algo nos agrada o estamos felices por algo sucede eso ¿te ha pasado?

Ella instintivamente se cruzo de brazos y frunciendo el ceño junto con su boca se quedo callada un momento, cuidadosamente observe cada uno de sus gestos, la arruguita de la nariz era mía pero la postura cuando pensaba era de su mamá y eso hacía que amara más, mucho más a mi hija.

Cuando termino de pensar dijo sonriente y aplaudiendo

-si papi, me paso, mi mami me compro una muñeca y llore

Me senté en el piso debido a que mis piernas estaban algo entumidas por la posición pero aún así senté a mi hija en mis piernas haciendo que quedáramos de frente. Después de eso me enfrasque en una conversación con mi hija, me platico de su muñeca barbie, de su pianito, de sus compañeritos de la guardería, que próximamente iría al preescolar, de sus abuelitos, de sus tíos y de… el dichoso Damián

Demonios, me moleste mucho en ese momento, no quería que ella lo notara y afortunadamente no lo noto ella pero creo que si Stephanie que desde hace rato nos observaba embelesada. Ya estaba cerca de donde estábamos nosotros y cuando llegó a nuestro lugar se sentó en el piso aún lado nuestro.

Mi hija al ver a su mamá sentada aún lado se le acerco y la abrazo, Stephanie le dijo algo al oído a Sofía y ella salió corriendo hacia los juegos estáticos que hay cerca de donde estábamos nosotros, por un momento pensé que se iría con mi cuñado Luka pero ya no estaba por ningún lugar, lo busque con la mirada y su dulce voz inundo el silencio incomodo del momento

-se tuvo que retirar, le hablaron de su trabajo y tuve que irse a su despacho, quería quedarse más tiempo pero le fue imposible

Centre mi mirada en la suya y caí en cuenta de cuánto la extrañaba, de cuanto la amo y de cuanto me arrepentía el haberla dejado ir, ella me sostuvo la mirada sólo por un momento, sin embargo, la desvió hacia otro lado y no sé si fue mi imaginación o la realidad pero note cierto sonrojo en sus mejillas. Amaba a la madre de mi hija y quería decírselo junte las fuerzas necesarias y hable    

Otra oportunidad: un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora