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Eyra y Neisha volvieron a la realidad. Se miraron sorprendidas ante lo que habían visto.

– ¡Es un diario mágico de verdad! – exclamó Neisha sin poder ocultar su alegría. Un affaire entre una bruja y un lobo. Su alma que clamaba por problemas se sentía en sintonía con Dahlia. Ese miembro que era de su familia aunque nunca la hubiera conocido. Porque sí que había reconocido otros rostros, igual que su amiga.

– Es el misterio que estábamos buscando – aseguró Eyra – Tenemos que averiguar qué pasó y por qué nunca hemos oído hablar de ella.

– Y tenemos que esconder el diario antes de que nos descubran. Vayamos a tu habitación antes de que se den cuenta que hemos desaparecido.

Ambas salieron corriendo de aquel sucio cobertizo y se dirigieron a la gran casa blanca. Una vez llegaron a la habitación de Eyra respiraron tranquilas, si las hubieran pillado jamás descubrirían quién era Dahlia. Probablemente deberían preguntar a su familia, pero nada garantizaba que fueran a contarles la verdad.

– Quizá deberíamos esperar a mañana para seguir con el diario, no sabemos cuando van a llegar – propuso Eyra. Estaba muy emocionada, pero aún podía pensar con la cabeza. Por otro lado, Neisha estaba demasiado metida en la historia como para dejarla en ese momento.

– Aún tenemos tiempo. Por favor Dahlia, cuéntanos tu historia – repitió Nei. Necesitaba saber de Dahlia. El remolino volvió a absorberlas y de nuevo, regresaron a la otra realidad.

El diario de DahliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora