Death note, historia paralela

7

-Ryuzaki... Acepto. Os ayudaré en la investigación.

-Estupendo.

''¡¿QUÉ?! ¡Recuerda lo que nos dijo Taís, idiota! ¡Es un sospechoso!''

Por cierto, ahora que caigo, hace un rato que no la veo. Intento recordar si la vi en la cafetería, pero no me suena. A saber. En fin, ya aparecerá.

Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que viene una enfermera y nos pide que salgamos. Vamos al aparcamiento.

-No te equivoques Light, sigo creyendo que eres Kira. Aunque el porcentaje a disminuido a un 7%.-dice L.

''¡¿Será posible?!''

Me meto en el coche, con L detrás, que se despide de Light.

-¿Por que le has dicho eso? ¡sabes tan bien como yo que él es kira!-exploto.

-Cálmate, Tsubame. Tiene que creer que puede confiar en nosotros.

Como sigo enfurruñada, decide cambiar de tema.

-¿que te parece si jugamos a un juego?

-¿Un juego?

-Exacto. Preguntas y respuestas ¿Empiezas?-invita L.

''¿Y este es el juego que propone el detective más listo del mundo?''

-Vale. Esto...¿cuantos años tienes?-pregunto. Sí, tengo mucha imaginación,lo sé.

-25.

-¿25? No los aparentas.

-Me lo dicen mucho ¿y tú? ¿cuando es tu cumpleaños?

-La semana que viene. Me acabo de acordar. Cumplo 20.-respondo.

-Tampoco los aparentas.

-¿tu crees? bueno-digo confundida-a ver...¿vives solo?

-Si, crecí en un orfanato hasta que tuve edad de cobrar la herencia de mis padres. Así que me puse a estudiar criminología y aquí estoy. Mi turno¿tocas el violín?

-Si ¿como lo sabes?-pregunto sorprendida.

-Tienes marcas en las manos. Sobre todo una en el dedo índice. Este-y me toca la yema del dedo.

''No te pongas roja, no te pongas roja...''

Aparto la mano a toda prisa.

-Si, bueno, te salen callos si lo tocas muy a menudo, sobre todo al principio. Me toca ¿por que quisiste estudiar criminología?

-Realmente no lo sé, siempre me atrajo ese trabajo. Veamos... ¿por que vives con tu abuela?

Me quedo callada unos momentos. A mi lado, L espera una respuesta. Respiro hondo.

-Verás...Mi madre se quedó embarazada muy joven. Cuando mi abuela se enteró, le dijo que tenía que tenerme, que si no era una irresponsable -se me llenan los ojos de lágrimas- Mi madre escapó de casa. No sé quien era el padre, solo le dijo a mi abuela que era de Europa, y que tenía los ojos azules y el pelo caoba, como yo. A los 9 meses, aparecí a la puerta del templo, en una cuna, con una nota que decía:

'No me busqueis. No la quiero. No trates de encontrarme, por que no os amo a ninguna de las dos. Si eres tan tonta como para quedártela, ahí tienes. Yo no estoy loca.'-Se me estrangula la voz y paro de hablar.

Una lágrima cae en mi regazo. Inmediatamente le sigue otra.

En pocos segundos, estoy llorando en silencio. Noto como L se pone a mi lado.

-¿Estas bien?-pregunta suavemente.

Asiento , pero sin querer se me escapa un sollozo. De pronto, noto un brazo rodeando mis hombros.

''¿Que...?''

Me giro y encuentro la cara de L a pocos centímetros. Me quedo atónita. Se le ve incómodo.

-Yo... no estoy muy acostumbrado a esto. -dice-Y no se me da muy bien consolar a la gente, así que, hum, lo siento si te pones peor.

-No, no, estoy mejor-contesto, aún sorprendida.-Bueno, a mi tampoco es que me vaya mucho el contacto físico. Pero ahora da igual.

-Bien-responde, pero no quita el brazo.

A mi, en contra de lo que esperaba, no me molesta. Estoy tan confundida por todo lo que ha pasado que ni pienso en ello. Nos quedamos callados hasta que el coche frena en el camino de entrada al templo. A pesar de que tengo que salir, me encuentro tan cómoda ahí, bajo el brazo de L...

''Un momento. Esto de ninguna manera tiene que pasar. No...''

-Bueno, creo que debo irme-digo apartándome un poco demasiado rápido-Hum, adiós.

-Adiós, Tsubame.

No se que hacer. Siento que hay algo que no cuadra.

-Oye, Ryuzaki...

-Dime.

-¿Quieres oirme tocar el violín?

''¿Esto es lo que se te ocurre? ¿ESTO?''