Capítulo 18 / corregido.

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Caminé hacia una plaza que había en el lujoso barrio que vivíamos, me senté en un pequeño banco que había por ahí, habían unos cuantos niños jugando con personas adultas y reían felices. Observé el cielo, no era el mejor día, habían nubes y corría mucho viento, mí pelo estaba todo desordenado debido a eso pero aún así era agradable.

El chico rubio de ayer, venía entrando al condominio junto a dos chicos más, al verme le dijo algo a sus amigos y se pusieron a reír, los ignoré y seguí mirando el lugar, tratando de no prestarles atención.

No había recibido ni una llamada de Andrew, lo peor de todo es que no sabía si estaba enojado o algo y eso me preocupaba.

—Hola.

Miré a mí lado y estaba ese chico con una sonrisa de oreja a oreja.

—Soy ben.

Asentí sin darle mucha importancia.

— ¿No hablas? sé que mueres por hablarme.

Me dediqué a mirar a otro lado y no fijarme en él, odiaba a los chicos arrogantes y con gran ego cómo el, simplemente los odiaba, se creían la maravilla del mundo por tener dinero y ser guapos.

—Oh vamos, nena. —lo miré con una ceja enarcada.

— ¿Qué mierda quieres? —pregunté enfadada.

—Bueno, tú nombre, saber si tienes novio, tu edad y todo eso. —respondió él con una sonrisa de oreja a oreja otra vez.

Que imbécil ¿Él pensaba que se lo iba a dar? estaba muy equivocado.

—Lástima, porque no me interesas y no te lo daré. —dije mirando hacia otro lado.

—Oh muñeca sé que mueres por hablarme. —lo volví a mirar y se estaba mordiendo el labio. —nadie se puede resistir a es...

Su frase quedó en el aire ya que lo interrumpí, me levanté y lo observe fijamente a los ojos.

— ¿Nadie se puede resistir a ti? —solté una carcajada amarga. —Mírate... —hice una mueca de asco y al chico se le desconfiguro la cara. —He visto cosas mejores, ben. —dije mirándolo de arriba abajo.

—B-bueno... —tartamudeo y de nuevo lo interrumpí.

—No me vuelvas a hablar ¿sí? no me interesas. —solté fría.

Me aleje de ahí y camine a mi casa, al entrar mi madre cocinaba sopa, le sonreí y me fui a dar una ducha.

Estaba enojada y por tantas cosas que llegaba a dolerme la cabeza al pensar en todo, necesitaba distraerme. Me di una ducha rápida, luego, me puse unos pantalones negros, una camiseta blanca manga corta y una chaqueta de cuero negra que me había puesto para una fiesta a la cual fui solo una vez, y bueno, me apetecía vestirme así.

Baje a la cocina y mi madre había servido dos platos, me senté y espere a que ella lo hiciera.

— ¿Dónde vas así vestida? —pregunto mi madre con una ceja enarcada.

— ¿Puedo salir hoy?

Tome un poco de sopa y luego bebí el jugo.

— ¿Dónde irás? —pregunto ella.

—No lose, ahí veré.

Al cabo de minutos ya había terminado la sopa y me levante a dejarla en la encimera.

—Bien, sí quieres vuelves tarde, pero no tan tarde, ¿está bien? —me apunto con el dedo y asentí. —Tengo que quedarme trabajando en el hospital de noche, no volveré hasta mañana en el medio día.

Mi profesor de Inglés. | Colton haynes | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora