Capítulo 5 / corregido.

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En multimedia Max.







— ¡Luce, entrégamelo! —grité enojada, tratando de alcanzar mis bragas dando saltitos.

—No —me sacó la lengua infantilmente y rió.

Luce estaba corriendo con mis bragas por todo el patio del internado, los chicos reían y ¿saben lo peor de todo? es que eran de conejito, ¡conejito! , que humillación más grande.

— ¡LINDAS BRAGAS CUPPER! —dijo un muchacho del equipo de futbol.

Lo miré mal y le levante el dedo de en medio y se puso a reír.

—Ya basta Luce, entrégale las bragas —dijo Derek riendo.

—Ya, toma —puse mi mano para que las dejará ahí y cuando estaba a punto de entregármelas, las guardo en su mano y se hizo hacía atrás. —con una condición.

— ¿Cuál? —resoplé.

—Que me des tú revista de Anime —me hizo puchero.

—No Luce, es mía. 

—Pero annie, no quedan más —puso ojos de cachorrito. —Por fis —dijo mientras juntaba sus manos.

—Ya, está bien. —me sonrió y me entrego las bragas, las guarde rápidamente en mi bolsillo y me di la vuelta para irme.

— ¡Te amo Annie!  —gritó luce cuándo reía, me di la vuelta y le levante el dedo de en medio y sonreí.

Caminé por los pasillos del internado, pasé por las escaleras y subí hacía mi habitación. Ya estaba bastante avergonzada por lo que hizo Luce, cuando entré a la habitación pude ver que estaba Claire con su iPod en la mano, mientras tarareaba una canción.

—Hola. —Le dije.

—Hola, cariño. —me sonrió.

Saque las bragas de mi bolsillo y las tiré a mí cama, escuche una risa a mis espaldas y me giré, Clai estaba riendo, mirando en dirección a mi cama, la mire mal.

— ¡No me digas que te sacaron las bragas otra vez! —dijo tapándose la boca mientras reía.

—Sí, cállate. —dije guardando mis bragas en el cajón.

—Ya... ya —seguía riendo. —Oye, tenemos el resto de la semana libre. —paró de reír y me sonrió.

— ¿Cómo sabes? —pregunté mientras me tiraba en la cama.

—La directora dijo, pasó por todas las habitaciones, pero tú no estabas. —se sacó el auricular  y lo enrolló en su mano.

— ¡Qué bien! Me alegro mucho, estoy tan feliz. —dije con sarcasmo. —tendré que volver a mí casa.

—No. —La miré rápidamente y siguió hablando. —hoy vamos a tú casa a pedir permiso para que te quedes conmigo el resto de la semana y parte del fin de semana.

— ¿Y sí no me dejan? —susurré, más para mí misma.

—Yo los convenceré, bueno a tu padrastro. —se sentó en la orilla de la cama y luego se paró, empezó a sacar su ropa y la empezó a meter en la maleta —llama a tu mamá ahora, iremos a tú casa para pedir el permiso directamente a tú padrastro.

—Pero clai... —me interrumpió.

—Llámala —me dijo, bueno, sonó más como una orden.

—Está bien— saqué el móvil y marque el número de mi madre.

Mi profesor de Inglés. | Colton haynes | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora