Capítulo 26 / Corregido.

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Me senté en el sillón blanco y cerré los ojos, suspiré. Mi padre me entrego un vaso de leche caliente y se sentó a mi lado.

— ¿Éstas segura de lo que haces? —me preguntó.

—Claro. —susurré. —no puedo volver. —mis ojos se aguaron tan solo pensar en esa idea, fruncí el ceño y cerré los ojos, alejando las lágrimas.

—Puedes irte a mí casa a dormir por mientras... —comentó el.

—Tranquilo papá, yo puedo aquí en casa. —sonreí levemente. —Qué harás con... bueno ya sabes, con el caso del padre de Andrew. ¿Sabes sí tiene más hombres qué te puedan hacer daño?

—Bueno, lo más probable que sí, él tenía hombres por todos lados, al igual que yo. Es como obvio que igual alguien vendrá... pero no te preocupes lo tengo todo controlado —sonrió.

Asentí.

—Hija, tengo que ir a resolver un asunto, ¿irás mañana a casa? —se puso de pie y yo también.

—sí, iré apenas me desocupe. —le sonreí y le bese la mejilla. —nos vemos, adiós.

—Nos vemos hija.

Fue a la puerta principal y salió, deje el vaso de leche en la cocina y subí a mi habitación.

Mi madre se había ido hace media hora, entiendo su reacción pero... ella quería que yo volviera a nuestra antigua casa, no la quiero poner como la mala de la película o eso pero realmente todos estos años fueron una tortura para mí, tantas veces pensé en el suicido, y ella ni siquiera sabe eso. Aunque fue mí decisión, yo le dije que no iría, que me quedaba aquí en Detroit, ella se quiso ir por mi padre, aún está en shock.

Revisé mi celular, y tenía un mensaje, lo abrí y lo leí.

Andrew:

« ¿Puedo ir a tú casa? »

Le respondí enseguida.

Claro, te espero.

Deje el celular en la mesita de noche y me levanté, miré hacía fuera por la ventana y estaba lloviendo, era un buen día para quedarse en casa durmiendo.

Hacía tanto que no descansaba bien y ahora podía hacerlo. Se supone que me tenía que inscribir en un nuevo instituto pero realmente no quiero, aún no estoy preparada.

Mi celular sonó y atendí sin mirar el número.

—¿Hola? —dije.

— ¡Annie! —se escuchó la voz de Claire desde el otro lado. — ¿Te has olvidado de mí? ¡Dijiste que me mandarías la dirección de tu casa!

Lo había olvidado por completo, ni siquiera me había acordado de Claire.

Estoy demasiado ocupada pensando en otras cosas, tengo mucho por resolver y pensar.

— ¡Oh! Claire lo lamento... han pasado tantas cosas, ni te imaginas. Pero te lo mando por mensaje de texto enseguida ¿cuándo llegas? —sonreí un poco.

—Hoy en la madrugada, iré con Max ¡Adivina! somos novios —gritó con tanta emoción que comencé a reír.

—Me alegro por ti Amiga, espero que duren harto. —sonreí y seguí mirando la lluvia. —Mándale saludos a Max de mí parte.

—Claro amiga, tengo muchas cosas que contarte, oye, Derek ha desaparecido del mapa, no ha ido al instituto desde que te fuiste.

Solté una risa nerviosa y suspire.

—Tengo algo que contarte con respecto a eso, pero lo haré cuándo llegues ¿está bien?

—Está bien, nos vemos Ann, iré a hacer mi maleta, te amo nena. —Rió.

Mi profesor de Inglés. | Colton haynes | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora