Capitulo 14.

29 5 0
                                    

Narrador omnisciente

Jason entra en uno de los muchos bares de la ciudad llamado deck ristorant. Al pisar su interior, todos los que están allí quedan en total silencio. Aquello no sucedía solo por respeto, si no por miedo. Al jefe no se le miraba, y no se le hablaba si el no lo pedía. Empezó a caminar entre los pasillos de paredes rojas por el cual habían muchas puertas negras y sobre un piso de madera negra la cuan chirriaba con cada paso. Entro en la ultima puerta. Sus guardaespaldas se quedaron a lado y lado de la puerta.

Dentro de aquella habitación su aspecto no cambiaba mucho al de los pasillos, la única diferencia era que en esta, había una gran mesa de madera y a su alrededor habían, diez hombres de traje, unos empresarios, otros políticos, y otros socios de aquel bar. Todos de la peor calaña, cerdos sin corazón. seres humanos que son considerados mas como bestias. Piensan con lo que tienen entre las piernas y no con lo que tienen sobre los hombros.

Jason se sentó en el extremo de aquella mesa, y todos hicieron silencio, pero era uno abrumador, nadie sabia lo que pasaba por la cabeza de jason, en cualquier momento podía tomar su arma y matar a todos y cada uno de ellos, sus corazones estaban a mil y sudaban, hasta que jason habló.

-Señores, hoy, les he traído una sorpresa, nueva mercancía-dijo complacido-carne fresca, que se, que les encantara-hizo una pequeña pausa, para ver si alguien decía algo, al no oír nada continuo-¡Adelante!-grito, mientras miraba la puerta, a la cual entro un hombre con dos niños encadenados y con mordazas en sus bocas.

Los hombres de aquella sala, estaba impresionados. Unos los miraban con perversión, y otros con curiosidad. Hasta que uno de ellos habló.

-No podía esperar menos de usted, señor mink-dijo un hombre viejo, con arrugas pasando los sesenta años, gordo y bajito llamado frank foissard, ex ministro francés

-Gracias, ha sido un gusto tener tales adquisiciones-dijo mirando los niños, los cuales estaban arrodillados, llorando.

-Pero dinos jason ¿que precio tienen tales bellezas?-pregunto frank.

-A juzgar por la edad que tienen, y considerando que son vírgenes, no deben ser baratos-dijo otro hombre de aproximadamente 40 años, el mas joven de todos y uno de los mas grandes empresarios de Europa.

Jason puso su dedo pulgar e indice en su tabique estresado.

-tienes razón, dereck-se levanto de su silla y acomodo su traje-te valdrá un ojo de la cara-lo miró fijamente-o los dos.

Soltó una risa de desquiciado que lleno por completo aquella habitación. Pero todos los otros seguían serios.

-Vamos a hacerlo mas divertido-volvió a hablar jason- el que me de el precio mas alto, se lleva a la chica, ¿que les parece?.

Los hombres se miraron entre si, y empezaron a gritar sumas millonarias. las cuales podrían dejarlos en bancarrota, pero en ese momento no les importaba nada

Al finalizar el desorden que causaron los multimillonarios, todos quedan en silencio.

-y el ganador es... -dice jason en suspenso y miró a uno de los hombres de aquella sala que aparentaba ser el mas viejo de todos y jason lo señaló-Tú.

El hombre sin emoción alguna dio las gracias.

-vamos Jacob, ponte feliz-le dijo dereck.

Jacob se levantó, sacudió su traje de la suciedad que no tenia, y carraspeo.

-Ha sido un gusto caballeros-y sin mas salio de aquella habitación, era un hombre de pocas palabras pero era el peor de todos.

El hombre de traje negro que había traído los dos niños, tomó a la chica y la sacó de allí dejando el chico arrodillado, y solo.

dos mentes un colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora