dos mentes un color

Capitulo 24.

Nicol pov.

Aunque se me hacia muy extraño que gloria haya salido así de la habitación, no tenia cabeza para eso, solo para esperar lo que podía ser mi cita.

Una vez tome el transporte publico, me senté junto a la ventana, iba pensando muchas cosas, las personas por chat son unas, pero en la vida real, son otras.

Mire mi celular, iba con el tiempo justo. Al llegar al centro comercial, me pare justo frente al cine miraba mi celular, ya eran las 2:00 y se suponia que nos teniamos que ver aquí a la 1:30. Lo que mas rabia me da es que en una de muchas de nuestras comversacion me dijo; No me gusta la gente impuntual. Contradictorio, lo se.

Ya iba a empezar a caminar para irme de allí pero choque con alguien alto. Al levantar mi vista, pude ver que era el idiota.

-Ya llegué-dijo con una sonrisa, encantadora de por si.

-Yo ya me voy-dije con una falsa sonrisa y tratando de esquivarlo. Que le pasaba? ¿Pensaba que podía llegar así como así?. El me cogió de la mano.

-Espera ¿por que te vas?-¿y todavía lo pregunta? Yo torcí los ojos y me gire hacia el.

-Dime, ¿tienes reloj?-el frunció el ceño y asintió, se subió un poco la manga de su chaqueta y me lo enseñó-¿Que hora es?-el volvió a mirar el reloj y respondió:

-Son las 2:05-yo asentí.

-¿Y a que hora nos teníamos que ver?-dije enojan dome.

-A la 1:30-el abrió los ojos entendiendo-o-oye no, espera te explico.

Yo me acomode en mi lugar y me cruce de brazos, tenia que ser una buena excusa.

-Mi abuela se enfermo y no conseguía sus medicamentos así que tuve que ir a comprárselo-decía con fluidez, lo de su abuela ya lo sabia, era un tema complicado.

-Esta bien-que llegara tarde no era de todo tan malo ¿verdad?-entremos.

Dije y el asintió, camino detrás de mi, hicimos la fila, al llegar donde la chica de las boletas escogimos una película de terror. Alejandro pago las entradas.

-¿Que vamos a comer?-me pregunto caminando hacia la parte de comida. Yo lo pensé un rato.

-Yo quiero palomitas dulces y un vaso de Coca cola magnum-el levanto una ceja, tal vez sorprendido por lo que había escogido.

-¿Palomitas dulces?-hizo cara de asco, ¡¿Que mier...-bueno, yo pido unas palomitas normales-dijo aclarando la ultima palabra-y una pepsi mediana.

Una de las chicas que trabajaban allí nos dio nuestra orden. Al decirnos lo que todo había valido alejandro me miro.

-Tu pagas vale?-yo fruncí el ceño, pero bueno, menos mal había traído dinero, y no se me iba a caer nada por pagar pero, analicemos, el hombre siempre es el que paga.

La caballerosidad se había ido por un caño o que?.

Acepte y pagué. Luego de entrar a la sala de cine, nos sentamos.

Alejandro tenia sus palomitas y su pepsi, parecía como si yo no estuviese.

La película había empezado.

Media hora después.

¡¿Que mierdas le pasaba?!. No me respondía lo que le preguntaba, ¡ni siquiera me miraba!. Tsk.

-¿El va a morir?-le pregunte para saber si no me había equivocado al venir a esta mierda de cita. El se removió incomodo.

-¿Quédate callada si?-hasta aquí fue. Me levante de la silla rápidamente y camine lo mas rápido que me lo permitieron mis ojos y mis pies. ¿Como se atrevía a callarme? Maldito infeliz.