Capitulo 30.

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Gloria pov.

No había visto a maría paula desde hacia una hora, y aunque el ambiente entre Liam y yo había mejorado, considerablemente, quería saber donde estaba esa maldita. Aunque considerando que anoche los interrumpí, podria ser que... Oh por dios.

No era mi problema y mucho menos me interesaba su vida sexual, pero...

Ya, deja de imaginar cosas y ponle atención a Liam.

Si, eso es lo que debo hacer, pensar en li- no... ¿Pensarlo mas? No dejo de pensar en el las veinticuatro de siete.

Me pregunto si el también pensara en mi de forma tan obsesiva, o es mas, si ni siquiera pensara en mi... Dios, estaba mal, ya el vodka me tenia en las nubes, no sabia ni como seguía bailando.

-Creo que mejor me voy ya a la habitación-dije.

-Entonces vamos-dijo liam detrás de mi, yo baje la cabeza de tal forma que mi cabello cubriera la gran sonrisa que tenia.

-¿Por que no te quedas?-me puse derecha y lo mire, tenia una sonrisa socarrona en su rostro.

-No me quiero quedar solo... -suspiro-y estoy un poco cansado.

Le mire con ternura. El gana

-Maldita sea... -dije, siempre resultando con cosas como estas, jamas creí que esto podria llegar a pasarme. Hace dos años si me dijeras que iba a estar aquí y con el, y prácticamente enamorándome, jamas lo hubiera creído.

lo tome de la mano suavemente y empece a caminar con el hacia la habitación, llegamos a los ascensores y las puertas se abrieron dejando ver unas chicas, algunas rubias pero eso si, altas y delgadas que fácilmente se les podían ver hasta el alma con esa poca ropa, al parecer venían de una fiesta ya que tenían sus tacones en las manos, o el maquillaje corrido. ¿Yo me veré igual o peor que ellas?.

Las mujerzuelas bajaron del ascensor mientras se comían a Liam con la mirada, me miraban con asco y se reían.

Pobresitas... Si supieran que estaba a punto de comérmelo.

Liam me halo rápidamente dentro del ascensor, tecleo nuestro piso y las puertas de cerraron inmediatamente.

Su mamo, tan grande, tan fuerte, tan imponente como su presencia.

Estaba parado junto a mi, tan cerca que nuestros hombros se tocaban y ese simple rose me encantaba.

No sabia si era el alcohol pero algo estaba empezando a surgir efecto dentro de mi, era como si quisiera saltar sobre el. Como si quisiera tocarlo, besarle y...

¡Contrólate!

Cerré los ojos respirando profundo, y solté un suspiro.

-¿Te sientes bien?-pregunto mirándome.

Mas que bien.

-Si-las puertas del ascensor se abrieron y yo salí casi volando de allí.

Camine hasta la habitación, pase la tarjeta y hale de la manija. Entre pero no cerré la puesta detrás de mi, de repente empece a sentir una calor insoportable por todo mi cuerpo.

Me recogí el cabello en una coleta alta y me metí en el baño.

-¿Bebiste algo que te hizo da...-interrumpí a liam.

Me empece a bajar el vestido, primero bajó por mis senos, dejando ver el sostén de costura alta que María paula y Nicol me habían hecho comprar antes de venir.

No sabia por que me dejaba influenciar tanto por esas brujas.

Y en cuestión de segundos, ya no tenia vestido. Estaba en ropa interior, y frente a Liam, pero la verdad no me sentía para nada avergonzada, sabia del cuerpo que poseía.

dos mentes un colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora