Aun así, ¡Te odio! [KaiSoo]

V

Caminó con dificultad hasta su casa y se maldijo mil veces por haber caído ante JongIn. La carne era débil y debía reconocer que JongIn sabía lo que hacía, cómo tocar y en dónde. Lo había vuelto loco de placer y muy internamente deseaba que se repitiera lo que había sucedido en aquel salón.

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La siguiente semana transcurrió con normalidad, KyungSoo seguía evitando a JongIn, se escondía tras las escaleras o arbustos cuando lo veía cerca y sabía que JongIn lo buscaba porque se paseaba por los lugares que frecuentaba. No podía verlo ni a los ojos, estaba tan avergonzado de sus actos y de aún después de que le había dicho a la cara cuanto lo odiaba.

BaekHyun lo había buscado hasta que un jueves dio con él.

— KyungSoo...

El pelinegro se la vivía en la sala de computo, dónde sólo los alumnos tenían permitido el acceso.

— Baek, ¿qué sucede? ¿Necesitas ayuda? —preguntó el pelinegro mientras se giraba a verlo.

— No, sabes que tengo a ChanYeol para eso, sólo que... Kim me ha preguntado toda la semana por ti, está muy insistente. KyungSoo, ¿hay algo que quieras contarme?

Y KyungSoo había jurado llevarse el secreto a la tumba, pero ahí estaba Baek, mirándolo de una manera que podía sacarle información hasta al mismísimo líder de alguna mafia.

El pelinegro cerró su computadora portátil, exhaló con fuerza, como si hubiese terminado de correr un maratón y luego conecto sus ojos con su amigo. Tenía que contarle a alguien, de todas maneras.

— Tuve sexo con el profesor Kim —murmuró pero fue lo suficientemente audible para que Baek se fuera de espaldas.

— ¡Oh dios mío! ¡Oh dios mío! Te lo tiraste y, ¿aún le dices "profesor Kim"? Tú sí que la cagas.

KyungSoo lo fulminó con los ojos pero no dijo nada.

— Seguro gemiste su nombre de pila como todo un necesitado y ¿te atreves a llamarle "profesor Kim"? KyungSoo, sí que estás mal —soltó una carcajada y tomó asiento a lado de él— Entonces cuéntame, ¿qué tal estuvo? ¿la tiene grande? A que fue arriba del escritorio, ¡maldito fetichista! ¡Por fin dejaste de ser virgen! —celebró Baek y KyungSoo supo que había cometido el segundo error del mes.

— No te voy a contestar eso, fue un error, jamás debí de haberme metido con él.

— ¡Vamos, KyungSoo! No es el fin del mundo, no es como si fueras el primero en hacerlo, te apuesto a que muchos otros alumnos lo hacen y son más descarados.

— Es que no lo entiendes, lo odio tanto, se lo grité a la cara y después tuve sexo con él, ¿te das cuenta? La regué completamente.

— Y ahora te escondes de él... sabes, creo que deberías hablar con el profesor, estoy seguro que Kim no sólo te quiere para follar.

KyungSoo abrió los ojos enormemente y lo miró como si le estuviera saliendo otra cabeza.