CAPÍTULO 5: LIBRE DE MI GRAN AMOR PROTECTOR

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Otra semana a pasado, los días se hacen eternos cuando no te tengo a mi lado, cuando no escucho tu voz y peor aún cuando no veo tu sonrisa.

Esta vez has desaparecido por completo ya que ni siquiera tus amigos saben en donde éstas y yo no sé si sentirme tranquilo o no al saber que no está con ellos.

De seguro no sabes que estuve en el hospital, recuerdas mi gripe al parecer se convirtió en una neumonía muy grave y estuve a punto de irme al otro lado.

Mi madre y hermano se acaban de ir, me regañaron por no cuidar de mi mismo pero yo solamente me limité a sonreirles y decirles que lo "haré" aunque nunca le había mentido debo decir que ir en tú búsqueda me hizo hacerlo.

Con ésta es la cuarta noche que salgo a los lugares que solías frecuentar, espero tener suerte ésta vez, la luces neones no me dejan ver bien el lugar está lleno de cuerpos sudorosos e incluso siento unas manos en mi trasero cuando paso por todos ellos lo cuáles ignoro cuando una cabellera conocida se hacer presente en mi campo de visión, cada vez que me acerco mi nervios se ponen de punta, al momento que estoy a tan sólo unos pasos escucho una voz ronca acompañada de una risa que me hacen estremecer, Eres Tú.

Me dan ganas de saltar de alegría ya que te encontré pero un chico que ésta al frente de tí logra verme primero, él levanta una ceja y sonríe torcidamente antes de agacharse y susurrar algo en tu oído a lo que tú tomas sus brazos y lo besas profundamente, mientras lo haces él me mira cómo diciendo "lárgate", me obligo a mí mismo a borrar esa imagen de mi cabeza cómo siempre lo eh hecho escucho un sonido que no me gusta para nada y levanto nuevamente la mirada, sigue sonriendo y limpia los resto de tu saliva con su lengua, casi escucho el gemido que escapa de tus labios al presenciar eso.

Tan insignificante soy que ni siquiera te das cuenta que estoy detrás de tí aguantándome el nudo de mi garganta al mismo tiempo de mis lágrimas.

Doy la vuelta cuando te pones de pié y lo llevas a un lugar al que no puedo ingresar, por más que quiera convencerme de que nada va a pasar en mi cabeza se repiten muchas imágenes de lo que van hacer en ese lugar.

Mis lágrimas finalmente caen y busco de inmediato la salida, soy empujado por alguien que me hace chocar con una perona más grande quién al verme en el piso no hace el mínimo esfuerzo por ayudarme sino que al contrario lanza una patada en mi costado que logra dejarme sin aire, no quiero parecer débil e indefenso pero mis lagrímas y gritos hacen que todos alrededor rían cómo puedo me pongo de pie y agarrando mi estómago salgo de ahí.

Tomo el primer taxi que encuentro y todas mis fantasías se rompen, sabía que te encontraría que al verme te lanzarías a mis brazos y me dijeras lo mucho que me has extrañado, simplemente no fué así.

¿Que pasó con todas la veces que me decías que te daba asco besar a otra persona que no sea yo? Al parecer fue una mentira más ya que tú al que no querías besar era a mí.

Cuando llego a casa me dejo caer en la cama y me duermo hasta que al siguiente día el timbre sonando me hace levantarme de golpe y soltar un gemido de dolor al recordar la gran patada que recibí,  corro hasta abrirla, mis esperanzas siguen intactas, abro la puerta con fuerza y mi sonrisa se borra al ver a Yesung en ella que al verme frunce su ceño y entra de inmediato.

- ¿Que te a pasado? *pregunta mirándome de piés a cabeza*

- No a pasado nada estoy bien *giro la cabeza para que no mire la mueca de mi rostro cuando el golpe en mi vientre me hace querer llorar*

- No lo parece *toma mi mano y caminamos hasta la habitación* - quítate la camiseta

- No lo haré

- Te la quitas tú o lo hago yo.

A regañadientes hago lo que me dice, suelta una exclamación al mirarme y corre hasta el botiquín.

- Joder Donghae tienes un enorme hematoma ahí. *señala el costado de mi estómago* - ¿quien te hizo eso?

- Ayer fuí a un bar y me metí en una pelea *no estoy mintiendo simplemente omito algunas partes*

- No te creo primero tú no vas sólo a ese tipo de lugares y peor aún te metes en peleas.

- Esta vez lo hice

No dice nada y toma la pomada del botiquín, la esparce en su mano y empieza a frotarla en la herida.

Gimo de dolor y oculto mi rostro.

- Espera un poco el dolor pasará dentro de poco.

Cierro los ojos y me dejo hacer, sus caricias logran tranquilizarme y me hacen entrar en paz.

Por lo menos hay todavía una persona que se preocupa por mí.

La puerta siendo golpeada fuertemente contra la pared me hace abrir los ojos, todo pasa en cámara lenta, tú estás parado en ella y lanzas una mirada amenazante a Yesung que sólo logra ponerse de pie antes de que lanzes un fuerte golpe que va a parar en su rostro, quiero gritar diciendo que pares pero mi voz no sale, lo golpeas hasta dejarlo inconsciente, mis ojos se llenan de lágrimas y siento un fuerte tirón en mis brazos, el dolor a regresado pero ahora es más fuerte.

- Eres una maldita perra *dices con ira*

- Hyuk, por favor cálmate y déjame explicarte. *apenas logro responder*

- ¿Que vas a explicarme? ¿Que mientras estuve fuera te estabas follando a éste imbecil?

- No es así *mi vista empieza a ser borrosa*

- Cállate Donghae, estoy arto de tus mentiras, arto de todo...... arto de tí. *escupes cada palabra con odio*

- Hyuk *lo que estaba a punto de decir me dolía aun más que mi herida* - Te Amo *otra vez te quedas en blanco* -pero no puedo seguir así, eh tratado de ser lo mejor para tí, eh dejado a mis amigos por tí, eh renunciado a todo lo que me hacía feliz con tal de ver tú sonrisa pero se acabó *lloro en silencio y finlmente digo* - se acabó tú y yo ya no funcionamos, el problema somos los dos en especial yo al seguir insistiendo en algo que ya nunca tendrá futuro te has cansado de mí y yo..... creo que no lo haré pero debo dejarte ir.... mi gran amor, mi amor protector se acabó..... Hay- hay que terminar.

Al terminar de hablar aún sigues mirando a la nada y después me sueltas tan fuerte que caído al piso y me desmayo.

Gracias por todo Hyuk.

Te dejo LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora