Capítulo 2.- Libre de mi caracter tan cambiante

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Después de haber salido corriendo aquel día no te volví a ver ya que no eh ido a clases las últimas dos semanas Heechul pregunta porqué no voy y yo le digo que es porqué estoy enfermo, es por eso que viene todas las tardes y me enseña las notas que a tomado de mis clases, le agradezco con una sonrisa y él se limita a observarme y permanece callado durante el tiempo que termino de hacer los deberes.

Cuando se va, nuevamente regreso a los mismo, me envuelvo en las sábanas y lloro hasta quedarme dormido me duele el saber que tú no has hecho nada para buscarme y saber cómo estoy, me duele el hecho de que yo te haya entregado todo de mí hasta el fondo y tú ni siquiera pienses un poquito en mí.

Al día siguiente duermo hasta el medio día, debo decir que vivo sólo ya que mamá esta en Mokpo y no la quise hacer venir sólo para que me vea en éste estado, voy al baño y me miro en el espejo tengo ojeras por debajo de mis ojos y eh perdido el color vivo en mi rostro, mis ojos que antes expresaban tristeza ahora están más tristes que de costumbre, me quito el pijama y me miro en el espejo también eh perdido peso pero nada de esto me importa me meto en la ducha y abro la caliente me doy un baño rápido y luego me cambio me coloco solamente una camisa y unos bóxer dejando mis muslos descubiertos.

Escucho la puerta ser golpeada pero no le doy la más mínima atención regreso a la habitación y me meto en las sábanas, la puerta no deja de sonar pronto escucho mi nombre ser gritado con una voz que hace que mi corazón se detenga y empiece a bombear fuerte como si hubiera corrido una maratón.

Eres tú, has venido a buscarme salgo rápido de la cama y corro a abrir la puerta, me encuentro con tu rostro que al mirarme se descompone, entras a mi departamento sin que yo te lo hubiese pedido, tomas mi mano y me llevas a la sala.

- ¿Qué ha pasado contigo? *dices con una voz sorprendentemente preocupada*

- No es nada

- ¿Cómo no es nada? Donghae éste no eres tú.

- Estoy bien *digo sentándome a tú lado*

- ¿Porqué ya no vas a la universidad?

- Ah…. Eso *mis manos se mueven nerviosas y en medio segundo me invento algo* - mamá ha venido y me pedido llevarla de compras es por eso que no eh ido hoy estaba a punto de ir pero ella salió esta misma mañana.

- Oh *apenas dices y te acercas a mi* - ¿dime que no te pusiste así por los mensajes que viste?

- ¿Qué?

- Los mensajes en mi celular de hecho ahora que lo recuerdo tú debes tenerlo *acaricias mi rostro* - sabes que eso no es nada amor yo te amo sólo a ti

- Pero……

- Esos mensajes los mandaba para que los muchachos dejen de molestarme.

- Está bien.

Tan grande es mi amor por ti que en cuestión de minutos y unas cuántas palabras te haya perdonado.

- Al parecer estuviste esperándome

- Ehh

Tú mano baja hasta mis piernas desnudas y las acaricias, me empujas lentamente hasta que estoy recostado en el sofá contigo encima, con la otra mano ágilmente las separas y te quedas en medio de ellas te mueves y haces frotar tú miembro que está despierto contra el mío que recién está empezando a despertar.

Te deshaces de mi camisa y pasas a lamer mis pezones gimo fuerte agarrándome del sofá trato de quitarte la ropa pero me lo impides cuando muerdes mi hombría por encima de los bóxer

- Hyuk *susurro y me muerdo el labio*

- Lo sé amor sé lo que quieres.

Te deshaces también de mis bóxer y metes tres dedos en mi boca los chupo hasta dejarlos completamente bañados en saliva y cuando sientes que están los suficientemente lubricados los llevas hasta mi entrada metes dos de golpe y doy un grito al tenerlos dentro pero para que olvide el repentino dolor introduces mi falo en tu boca metes un tercer dedo y me deshago en gemidos, te necesito dentro ya.

Parece que escucharas lo que pienso porque enseguida los sacas y los reemplazas con tú miembro esperas un momento a que me acostumbre a tu tamaño y luego de recibir la señal de mi parte comienzas a moverte.

Tus movimientos son certeros, dan justo en el lugar indicado, nuestras miradas se encuentran y trato de expresarte con la mía cuanto te amo mientras que los tuyos están muy dilatados debido a la excitación.

Ya no puedo más cada que embistes contra mí siento esas cosquillas en mi estómago que me indican que estoy a punto.

Llevas una mano a mi hombría y lo mueves al ritmo de tus embestidas, me corro manchando nuestros vientres y tú lo haces en mi interior me encanta sentir tu esencia resbalar de mi entrada.

- Eso a estado fabuloso

No digo nada y me limito a observarte ahora que doy cuenta en tú cuello hay una marca frunzo el ceño pero poco después estoy seguro que la hice yo debido al placer que sentía.

Te pones de pie y me miras mientras te abotonas los pantalones.

- Lamento dejarte amor pero algo surgió *dejas un casto beso en mis labios y te diriges a la puerta* - espero verte mañana

Y sales yo sonrió mucho por cómo han sucedido las cosas, cómo puedo me pongo de pie y me ducho esa noche si como y me duermo temprano.

Al siguiente día pasas a recogerme para ir juntos, el camino hasta la universidad es muy silencioso pero no incómodo cuando llegamos tomas mi mano y caminamos por el campo hasta llegar a nuestras respectivas aulas. Te despides con un beso y me dices que vendrás a recogerme para ir a almorzar juntos. Yo me quedo demasiado feliz y recibo clases con una sonrisa.

Las clases están muy adelantadas pero gracias a que Heechul me a llevado notas de todos los días comprendo todo lo que el profesor dice.

Cuando suena la campana para salir al descanso me pongo de pie rápido y salgo a la puerta esperando verte, no estás.

Decido irte a buscar dando saltitos y con una sonrisa adornando mi rostro y cuando estoy llegando veo algo que me desagrada y me pone triste de nuevo.
Te estás besando con la líder de las porristas, Hyoyeon.

Siento las lágrimas aparecer de nuevo y me volteo doy un paso y escucho mi nombre ser pronunciado de tus labios.

- Amor lamento no haber ido

- No tienes que disculparte ya sé porqué no fuiste *doy la vuelta y camino, siento tu brazo agarrar el mío*

- No me digas que te vas a enojar por lo que acabas de ver *ríes*- vamos cariño debes madurar un poquito más ya sabes que las chicas siempre están rodeándome y yo como buen compañero tengo que darles algo a cambio.

- ¿Pero porqué las besas?

- Vamos a empezar de nuevo *tú vos cambia a una enojada* - no quiero pelear contigo.

- Yo tampoco es por eso que quiero que me sueltes y me dejes ir

- ¡¡Donghae!! *gritas y el agarre en mi abrazo se hace más fuerte* - no te comportes cómo una niña no me obligues a follarte aquí mismo así como ayer ahora toma mi mano y continuemos cómo la feliz pareja que somos. *confirmas con una sonrisa y yo acepto*

Me pregunto ¿si algún día podré decirte que no?

Te dejo LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora