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¿Recuerdas las veces qué intente no hablar?

Me insistía en todo lo que hacía mal.

Pero no, ya no más.

Cansada he acabado, y créeme, papá, ya no hay marcha atrás.

Una pena haberme perdido, casi no queda nada.

No es correcto, nada lo es.

Papá, papá.

Aprende a vivir sin mi, como yo me acostumbré a estar sin ti.

No te parece suficiente...

Porque nada lo es...

Todo está mal, nada bien. Una pena que esa sea tu manera de querer.

Nadie te dijo que te molestarás, pero que más da.

El daño está causado y ya no hay marcha atrás.

Una pena, ciertamente es una pena el haberme perdido.

Queda tan poco...

Un pedacito de amor, un barco naufrago en una profunda oscuridad.

El barco se hundirá, tú no puedes hacer nada.

Una pena, ciertamente es una pena. Tan pequeña y disgustada.

Me dolió, pero no lo supiste.

Quizás cambiarás, un poco tarde, papá.

Intenta que el barco no caiga, mi amor caerá con él.

Se ahoga poco a poco.

Papá...

El tiempo se acaba.

Cartas para papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora