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Cierro la puerta, el llanto no escapará.

Nadie debe saber lo destruida que está mi mente.

Se asustarán y me dejarán.

¿Estás seguro de que será así?

Cariño aguanta.

No sabes cuanto tiempo he estado escondiendolo y ahora no será distinto.

Te toca encontrarlo a ti.

Cierro las puertas y me siento en un rincón.

¿Es demasiado para pedir perdón?

Dime los límites para quererme.

Los estaré esperando sentada aquí, con el rostro entre las manos.

Controla las lágrimas, a él no le gustan.

Eres demasiado mayor para eso.

Dime ¿Cuándo se es demasiado mayor para sentir dolor?

¿Y demasiado joven?

¿Estás seguro que tú no lo has causado?

Aguanto, aguanto sentada con las lágrimas en las mejillas.

La cabeza entre las rodillas.

Lloro en silencio pensando en el perdón eterno.

Papá.

¿Cuándo es demasiado tarde para un lo perdón?

Yo pienso que el tiempo es eterno.

¿Pero y yo?

No siempre estaré esperando una palabra ficticia y vacía.

Aguanto...

Espero...

Pero nada más Papá.

Cartas para papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora