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Jimin miro hacia la entrada y gritó-¡Es de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas!- aún tenia dibujada esa sexy sonrisa.

Di un paso hacia atrás y mi espalda topó con el pecho de Jin, me tomó de los hombros y me acercó a ellos.

-Y-yo no escuche nada recién llegué a la entrada...perdón...- mi voz se quebraba, mis piernas temblaban y estaba a punto de llorar.

-Con que ella es la chica de la sangre dulce.- se cruzó de brazos y sonrió.- Soy Jeon JungKook, uno de tus siete amos y a partir de ahora me llamarás amo-.

-¿Amo?, creó que me confunde yo no vine aquí para ser esclava de ustedes.- alzé la voz y frunci el ceño.

Rápidamente, sin darme cuenta, Kook me tenía acorralada entre la pared, sostenía con fuerza mi muñeca y me miraba con excitación. -No eres nadie para decirme tal cosa, eres mi esclava te guste o no.- Me tomó del cabello y lo jaló hacia atrás levantando mi rostro y besó mis labios.

-Kook tiene razón, harás cada una de las tareas que nosotros te ordenemos, ¿Quedó claro?- Agregó Nam.

La piel se me erizó esta sensación de miedo ateavieza mi alma, estoy indefensa...necesito salir de aquí.

Deberás decirnos "Amos", siempre que dispongamos de tu ayuda harás una pequeña reverencia al igual que después no te necesitemos, sea cual sea la orden de uno de tus amos lo harás sin queja alguna ¿Quedó claro?- Recalcó Nam.

-S-sí, Amo...-Tartamudee, la respiración se me debilitaba e hice una pequeña reverencia. -con permiso.- me retiré lo mas rápido que pude y salí a tomar aire al jardín, no podía aguantar estaba asustada las lágrimas resbalaron por mis mejillas.

La campana de la habitación de Jin sonaba, limpie mis lágrimas y subí lo mas rápido que podía, toqué la puerta y no recibí respuesta. -Amo Jin, ¿Puedo entrar?- abrí la puerta y estaba sobre su cama.

-Ya nos conocemos, ¿no?. Mi nombre es Kim SeokJin y mi primera orden es que me prepares muchos pasteles.- sonrió.

-Claro, Amo Jin.- hice reverencia y salí de la habitación.

Pasó tan solo una hora, llevaba un carro lleno de pasteles y claramente se veían deliciosos. Toqué la puerta del Amo Jin y con un gritó me ordenó entrar.

-Los pasteles que ordenó, amo Jin.- deje el carro y me acerqué a la puerta.

Me detuvo con un grito  -¡Espera aún no he terminado!- me ordenó acercarme con su dedo.-Quiero que te quites tu uniforme.-sonrió.

~Sea cual sea la orden de tu amos lo harás sin quejas~

Quité lentamente mi uniforme, me ardían las mejillas, Jin me miraba con gran excitación, mordía su labio inferior. Quité mi apretado corset y deje a la vista mis pechos cubiertos por mi Brassiere.

-Eres bellísima, ahora acuestate.- me ordenó y obedecí.

-Sí, amo.- me acosté en su cama, colocó los pasteles encima de mi cuerpo esto era mas que vergonzoso.

-¿Lista?- colocó en mis labios una fresa, acerco sus labios a los mios y comió de la fresa, mordía con fuerza eso me hacia jadear. Besó mi cuello apasionadamente y la excitación no tardó en invadir mi ser. Se acercó a un pequeño pastel que estaba en mi abdomen y comió de el y lamió lentamente de el.

-Amo Jin...- dije entrecortada y excitada.

-hmm...- se detuvo y me miró.

-Por favor no pare...- Jin siguió y llegó casi a mi entrepierna, se detuvo y contempló mi cuerpo por unos instantes.

-Veamos si es cierto que sabes tan bien como dicen.- se acercó a mi  cuello y mordió fuertemente de el. Me agarré de su cabeza, y acerqué aún más sus labios a mi cuello haciendo que bebiera más y más de mí, su cabello era suave y delgado.

-Tenian razón eres una delicia...- se detuvo y lamió sus labios.-terminamos por hoy...pero mañana te juro que tomaré algo mas que solo tu sangre...-sonrió muy tentador.

Continuará...

🌚Blood Sweat & Tears|| BTS🌚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora