Manual de putas

Prólogo

Mamá:

Se que a papá y a ti les encanta la idea de que estudie aqui, no se si era una excusa; para mantenerme lejos de ustedes o en verdad quieren lo mejor para mi. Perdona por el atrevimiento madre, pero presiento que es lo primero. No termina de gustarme este sitio. Las costumbres aqui son tan raras ¿sabes?

Las faldas son más cortas y las blusas mas escotadas, creo que extrañare los bonitos vestidos que solías comprarme. ¿Donde quedó el pudor de la gente de este sitio? Por el lugar, esta vez, papá y tú se lucieron; esto es increible. Mucho más bonito y lujoso que todos los lugares a los que he ido. Se que te negarás a que use esa ropa indigna como sueles decirle. ¿Pero como se supone que me adapte a este sitio, si no soy como ellas?

Se que estás pensando que deberia de inscribirme a una hermandad. Lo sé, lo se... pero todas me parecen demasiado liberales... me siento fuera de lugar, e impotente. ¿Porque estoy en este sitio madre? ¿Cuál es la razón tan prioritaria por la que me querían en aquí?

Después de todo la hermandad es lo mas cerca que estaré de tener una familia aqui...

He tratado de encajar aqui... pero desde que llegue la gente me mira como bicho raro, se que mi ropa o mis costumbres no podrán ser la cosa más normal para ellos; pero me gusta ser asi como soy.

Y de eso tengo miedo mamá de que una vez que entre a la hermandad, va a consumir toda mi escencia para convertirme en un ser que yo misma terminaré despreciando.

Te quiere

—Ann Linderoth