Si, era oficial. Tenía la peor suerte de todo el mundo entero, mi cita de esa noche era mejor amigo, del chico con el que me había liado. Las cosas no podían ir peor. Tal vez si, al tener a Marian ahí. Después de todo el desagrado entre nosotras era mutuo. Pero tenía que callar y disimular ante Derek.
—Ann, te presento a mi mejor amigo Tobías White —iba a estrechar su mano, pero el me jalo y deposito un beso en mi mejilla.
"Imbecil" pensé.
—No es necesario, Derek... Ivonne me la presentó en nuestra fiesta
Yo no podía estar más incomoda, no solo Tobías estaba ahí, si no que su cita era Marian. Una de las seguidoras de Hannah, la cual se dedicó a mirarme con odio. La entendía, estaba furiosa de no poder estar a mi altura. Eso enoja a cualquiera. La cena estuvo tranquila, Derek se comportó como todo un caballero, preguntándome por mis gustos e interesándose en mi. Para estar en Omega Phi, era un buen chico. Tal vez él también era como yo, y no podía estar más feliz con eso. Al terminar con la comida rechacé el postre; tenía que cuidar las calorías por orden de mis hermanas, fui tocador, me encerré en el primer sanitario.
—Estupida, estupida, estupida —repetí en cuanto abandone el sanitario, mientras me miraba al espejo y lavaba mis manos— Ivonne y Emma sabían de este drama, pero quieren seguir con esta telenovela barata, por eso no dijeron nada
Mientras yo me encontraba maldiciendo, una ventana se abrió y de ella cayó Tobías, quien se sacudió el polvo y se acercó a mi, me miró por el espejo y yo me dediqué a ignorarlo mientras seguía lavándome las manos. Rodé mis ojos, esta situación no podía ser más predecible y exasperante.
—Joder, no sabes lo caliente que me pone ese vestido
—¿Y eso lo sabe tú mejor amigo? —dije de manera burlesca, mientras ponía mis manos en el aire caliente
—De lo que debería de estar enterado ese imbecil, es de que ya te bese
Lo mire de manera despectiva y rodé los ojos.
—Por favor, no eres el primero y no serás el último — me causaba gracia la arrogancia que tenia, él jamás sería mi única opción; no después de las exhaustivas clases de putería en Delta Nu.
Sus ojos se encendieron tenía rabia, celos y una chispa de desafío brillo.
—Tal vez no, pero puedo ser el mejor
Abrir los ojos de sobremanera en cuanto me empujo contra la pared del baño. Al parecer mi actitud de desafío no lograba enojarlo; sólo encenderlo. Me tomó de los muslos y me hizo saltar para enrollar mis piernas en su cadera. Con las manos trate de lograr tener alguna distancia entre nuestros cuerpos.
— ¿Y por qué estás aquí si vienes con Marian?
—Porque tú jamás me buscaste —Solté un suspiro junto con una risa
—Pero yo ya te había marcado, eres mío; y una mujer no debe de buscar a un hombre
— Las mujeres no pueden marcar a los hombres — contestó con burla y eso me hizo reír
—Tus respuestas son machistas —dije mientras le lamí el cuello
—Creo que tus hermanas ya te tienen acostumbrada a ello —solté un gemido en cuanto sentí sus manos colarse por mi blusa y apretar mis pechos
—Mis hermanas me enseñaron a ser una perra, pero no una dejada —dije quitando sus manos de mi, pero volvió sus manos a mi y me dio otro apretón. Cerré los ojos y me mordí el labio. Desenrolle mis piernas y baje con cuidado
Tenía una idea.
Comencé a acariciar su torso con delicadeza y el solo se limitó a mirar mis acciones. Sabía que estaba provocándolo, y eso me gustaba. Me dio un beso, donde perdí todo mi aire, y el solo aumentaba la intensidad del contacto de labios, de la misma manera que yo aumentaba la intensidad de mi toque.Toque aquel pantalón y aquella zona, que ponía locas a mis amigas; varias veces. Si, estaba calentando a Tobías. Su ereccion me lo comprobó. El solo suspiro con resignación y sonrió. Tomo mi mano con la suya y comenzó a frotarse más fuerte.
Debía de admitir que esto me calentaba, y debía de tener una fuerza de voluntad increíblemente grande para hacer lo que iba a hacer y no terminar perdiendo mi virginidad en el baño de un restaurante.
—¿Porque no lo haces por dentro?
—Porque estoy en una cita con tu mejor amigo y él merece mi respeto y mi atención —y dicho esto salí por la puerta, mientras que Tobías me llamaba, y regrese a mi asiento al lado de Derek mientras mi interior se regocijó de alegría, al saber que durante un buen rato Tobías no saldría del baño de damas. Le sonreí a Derek y seguimos conversando.
YOU ARE READING
Manual de putas
Teen FictionA veces la sociedad es un abismo, cuando entras en el por mas que trates de salir jamás estarás de vuelta en la superficie. Eso es lo que me paso al entrar a la universidad. En casa con las viejas costumbres conservadoras de Austria, y aqui en Le Ro...