Capitulo 5 "Impulsos"

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El beso fue una de las cosas más habladas entre las chicas de Delta Nu, hasta apareció en el periódico residencial. Si, teníamos un periódico para saber los chismes de nuestras hermanas; se puede notar que aquí nunca va a haber privacidad.

Me preguntaron cómo fue, aun no entiendo quién nos vio, pero me sacaron todos los detalles, aunque yo seguía nerviosa y anonadada por imaginar los labios de Tobias junto los míos.

Mis hermanas se encargaron de que Damian no se enterara de nada, pero no dudaría que alguien de los Omega Phi les dijera. Si las Delta sabian, ¿que les impedia a las demas hermandades enterarse?

***

Era hora de ir a clases, Emma decidió que sería buena idea ir en patines, y nadie puso objeción; despues de todo era la presidenta de nuestra hermandad de la que estabamos hablando. Tambien me dijeron que acerca de llevar algo de ropa para su entrenamiento. Las vería entrenar como porristas, después de unas cuantas clases de prueba estaría adentro en el equipo. Genial, más preocupaciones. Y mas responsabilidades.

Lo único que me gustaba del plan, era lo de ir en patines a la escuela, aunque nos los tendríamos que quitar, era de lo mejor. Lisa estaba igual de emocionada que yo. Hicieron que me pusiera un short y un top deportivo, todavía no acababa de acostumbrarme a llevar tan poca ropa.

Las otras chicas novatas y de apellidos menos escandalosos, cargaban los cambios de ropa de nosotras. Era algo incómodo, no me gustaba tratar a la gente así. Además no les pagábamos ni nada. Me sentia como una manipuladora.

Comencé a deslizarme levemente por el suelo, en cuanto puse un pie fuera de la residencia, tomé la mano de Ivonne para darle un empujoncito, ella solo me sonrió en agradecimiento. Todas íbamos patinando y riendo, creo que sería una de las cosas que me gustaría recordar cuando salga de aqui. Por todo el campus, los maestros nos saludaban e ignoraban que andábamos en los pasillos. Después de todo, no querían tener problemas con una Delta Nu, era lo mejor si querían seguir trabajando ahí.

Eso fue divertido, cada una se desvió a donde tenía que ir, patiné al lado de Rut a clase de etiqueta social, no encontraríamos con las chicas más tarde. Las clases pasaron rápido, con chicos tratando de coquetear y chicas que bajaban la cabeza en cuanto mirábamos hacia donde estábamos. No eramos malas personas.

El día había acabado, no tenía tantos deberes por hacer, me daría tiempo de ir a explorar más cosas de mi hermandad. Ya le diría a Camille.

Las chicas estaban cambiándose en los vestidores, las faldas de porristas parecían más un pequeño pañuelo que otra cosa, algo me cayó en la cara.

—Ann, deja de bobear y cámbiate, es de tu talla —lo que me habían lanzado era un uniforme exactamente como el suyo, una falda blanca y otra blusa corta, que dejaba al descubierto mi estómago.

¿Era un entrenamiento o un pole dance?

No me sentía cómodo con eso, Ivonne y Emma decían que me veía muy puta... creo que ya ellas eso era un cumplido. Se dedicaron a dar toda clase de piruetas y vueltas. Claro que sabía hacerlas, lo único que no me gustaba era que todos los chicos nos estaban mirando

—Se ve muy bien en ti, lo único que no me gusta es que te verán mas hombres —la voz ronca de Damian me hizo dejar de estirarme y voltearlo a ver

—Todavía no me acostumbro a eso —sonreí un tanto insegura

—Perdón, por lo de anoche... cuando volví ya no estabas

—Yo solo salí a tomar un poco de aire fresco, era lo mejor —suspire tratando de alejar a Tobias de mi mente 

—Debería recompensártelo —opino el— ¿Qué opinas de venir a Omega Phi y ver algunas películas?

—No te conozco en lo absoluto

—Podrías hacerlo... —sugirió el sonriendo, y cerrando poco a poco la distancia que nos separaba. Me aleje un poco

—Muchas gracias, pero no soy así, tengo cosas que hacer —me levante de las gradas donde estaba sentada y volví a comenzar mis estiramientos

—Deberías pensarlo —se acercó hacia mi boca y me dio un beso en ella sin profundizarlo

¿¡Es que acaso aquí todos pueden besarme sin mi consentimiento!?

Emma me hizo dar algunas piruetas y bailar con ellas, termine corriendo mis vueltas y fui la última que fue a la ducha.

—¡Te esperamos en las gradas Ann! —expresó Maggie y escuche pisadas fuera

Me estaba terminando de secar mi cabello... cuando escuche pisadas, todavía no me ponía el top y me daba pena que alguien me pudiera ver en el sujetador que me compro Camille cuando fuimos de compras.

—¿Chicas?¿Se les olvido algo?

Debía de ser solo mi mente, ya no se escuchaba nada, más que las risas lejanas de mis hermanas. Suspiré, cansada

—Debo decir que te veías sumamente caliente con eso, al parecer no fui yo el único que pensó eso —Tobias estaba de brazos cruzados en un pared detrás de mí, su semblante teni una sonsacarrona sonrisa, y los musculos de sus brazos estaban tensos; me gustaría saber cómo entro sin que ni yo ni nadie pudiéramos notarlo

—¿¡Que estás haciendo aquí!? —busque mi toalla con la mirada, pero no estaba

—Cuando te vi, con esa ropa, pensé que no había nada mas de tu cuerpo que pudiera sorprenderme; pero ahora me demuestras que queda mucho más por ver —él tenía el poder con sus palabras de solo sacarme el aliento, y que se estuviera acercando no me ayudaba en nada

—¡Para ti no hay nada que ver! —Grité— ¡Ahora largo!

—Oh nena, no sabes lo furioso que me tienes —tomo mi barbilla con su mano y la sujeto

—Suéltame —el miedo comenzaba a embargar mi ser, podía notarlo en mi manera de hablar, de susurrar, de suplicar

—Damian... te beso —chasqueó la lengua con la boca, en señal de profundo desgrado— creo que ese idiota no entiende el significado de la palabra apártate

—Y creo que tú tampoco

Su rostro cambio de serio, a burlón de un segundo a otro, me cargo y de un momento a otro, me encontraba encima de la mesa portaobjetos, con Tobias en medio de mis piernas descubiertas, tocandolas sin descaro alguno.

—Jamás voy a conocer esa palabra cuando se trata de ti —me jaló más de la cintura y atrajo mi cadera con su cadera... me hizo enrollar mis piernas en su cintura

—Pues deberías de saberla —pronuncie tratando de bajarme de ahí, de la manera más tranquila posible, pero lo único que logré es que mi cadera se moviera contra su entrepierna

—Sabía que te gusto, pero no tanto —suspiro el, y sus comentarios fuera de lugar

Me estaba cansando y tenía miedo, yo no quería nada con nadie, solo quería irme con mis hermanas

— Bonito lunar —dijo el dirigiendo su mirada a mi pecho solamente cubierto por un sostén negro

—Cállate —escupí, tapándome con mi brazos

El solo se dedicó a reír y tomar mis manos y ponerlas detrás de su cuello, comencé a acariciarlo y entrecerró los ojos durante unos segundos. Rápidamente tomo mi cabeza y atrajo mis labios a los suyos.

Una emoción de romper las reglas y ser tan libre y tan independiente a la vez, cruzo por mi mente, lo que hizo que mi corazón se acelerará y apretará mis piernas a sus caderas, y mis manos en su cuello. Saber que jamás volvería a ser la misma chica tímida, que paso una vida de infierno en Krems me impulso a besar a Tobias, me impulso a mover mis labios contra los suyos en busca de más.

Y tal vez, los impulsos eran el peor error del ser humano.

Manual de putasWhere stories live. Discover now