Era la mañana en la que la tercera prueba se ejecutaría, Harry no había podido dormir y estaba en la sala común desde la madrugada, minutos más tarde había bajado ____.
-Tu tampoco puedes dormir ¿eh? -le dijo la chica- No te culpo...
-No sé si pueda hacerlo, ____. -hablo Harry sobre la prueba una vez que ___ se sentó a su lado.
-¡No digas tonterías! Después de todo lo que has pasado ¡por favor! -___ le dijo animadamente, sin embargo momentos después tomó una postura más preocupada- Sólo ten cuidado -le dijo casi en un susurro que Harry apenas pudo entender.
Harry cambio su mirada de la chimenea apagada, a la chica a su lado, el silencio entre los dos podía decir más que las palabras, lo que ellos sentían y los miedos que tenían.
Él puso su dedo índice y pulgar en la barbilla de su novia, y la beso.
El tiempo transcurrió más rápido de lo que hubieran esperado, y pronto se encontraron en el lugar donde la última prueba daría lugar.
Los asientos estaban llenos de estudiantes y profesores, el campo estaba decorado con los colores representativos de cada concursante, y la tensión se propagaba por todo el lugar. El sonido del cañón dio paso al comienzo, y los cuatro chicos entraron por el laberinto cerrándose detrás de ellos.
~~~
Nadie podía creerlo, nadie quería creerlo, sin embargo, toda la escuela estaba reunida en el gran comedor, el profesor Dumbledore al frente, y su voz era lo único que resonaba a través del alto techo de la sala.
—El fin de otro curso —dijo Dumbledore, mirándolos a todos.
Hizo una pausa, y posó los ojos en la mesa de Hufflepuff. Aquélla había sido la mesa más silenciosa ya antes de que él se pusiera en pie, y seguían teniendo las caras más pálidas y tristes del Gran Comedor.
—Son muchas las cosas que quisiera deciros esta noche —dijo Dumbledore—, pero quiero antes que nada lamentar la pérdida de una gran persona que debería estar ahí sentada —señaló con un gesto hacia los de Hufflepuff—, disfrutando con nosotros este banquete. Ahora quiero pediros, por favor, a todos, que os levantéis y alcéis vuestras copas para brindar por Cedric Diggory.
Así lo hicieron. Hubo un estruendo de bancos arrastrados por el suelo cuando se pusieron en pie, levantaron las copas y repitieron, con voz potente, grave y sorda:
—Por Cedric Diggory.
Cuando volvieron a sentarse, Harry bajó la vista a la mesa.
—Cedric ejemplificaba muchas de las cualidades que distinguen a la casa de Hufflepuff —prosiguió Dumbledore—. Era un amigo bueno y leal, muy trabajador, y se comportaba con honradez. Su muerte os ha afligido a todos, lo conocierais bien o no. Creo, por eso, que tenéis derecho a saber qué fue exactamente lo que ocurrió.
Harry levantó la cabeza y miró a Dumbledore.
—Cedric Diggory fue asesinado por lord Voldemort.
Un murmullo de terror recorrió el Gran Comedor. Los alumnos miraban a Dumbledore horrorizados, sin atreverse a creerle. Él estaba tranquilo, viéndolos farfullar en voz baja.
—El Ministerio de Magia —continuó Dumbledore— no quería que os lo dijera. Es posible que algunos de vuestros padres se horroricen de que lo haya hecho, ya sea porque no crean que Voldemort haya regresado realmente, o porque opinen que no se debe contar estas cosas a gente tan joven. Pero yo opino que la verdad es siempre preferible a las mentiras, y que cualquier intento de hacer pasar la muerte de Cedric por un accidente, o por el resultado de un grave error suyo, constituye un insulto a su memoria.
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Cambio de vida
FanfictionSoy ____ Briggs Voltaire, estoy cursando el 4to grado en Hogwarts, tengo 14 años, mi novio es Harry Potter y soy de Gryffindor. Mis amigos son Ron y Hermione. Mi vida es perfecta... bueno, parece perfecta, por que no lo es, dejando de lado todo eso...