Capítulo 6: El campamento

350 32 4
                                    

Llegamos al campamento de quidditch, y nuestro lugar estaba casi hasta el fondo, cosa que el Sr. Weasley dijo que era un buen lugar, puesto que estaba más cerca del estadio.


-Necesitaremos agua... -dijo el sr. Weasley.

-En el plano que nos ha dado el muggle hay señalada una fuente -dijo

Ron, que había entrado en la tienda detrás de Harry-. Está al otro lado del prado.

-Bien, ¿por qué no van por agua Harry, ____ y tú? -El señor Weasley nos entregó la tetera y un par de cazuelas-. Mientras, los demás buscaremos leña para hacer fuego.

-Pero tenemos un horno -repuso Ron-. ¿Por qué no podemos

simplemente...?

-¡La seguridad antimuggles, Ron! -le recordó el señor Weasley-. Cuando los muggles de verdad acampan, hacen fuego fuera de la tienda. ¡Lo he visto!


Salimos hacia el otro lado del campo, donde nos encontramos con los fanáticos de Irlanda, las tiendas estaban verdes y con tréboles por todas partes.


-Me pregunto qué habrán colgado en sus tiendas los búlgaros -dijo Hermione.

-Vamos a echar un vistazo -propuso Harry, señalando una gran área de tiendas que había en lo alto de la ladera, donde la brisa hacía ondear una bandera de Bulgaria, roja, verde y blanca.


En aquella parte las tiendas no estaban engalanadas con flora, pero en todas colgaba el mismo póster, que mostraba un rostro muy hosco de pobladas cejas negras.


-Es Krum -explicó Ron en voz baja.

-¿Quién? -preguntó Hermione.

-¡Krum! -repitió Ron-. ¡Viktor Krum, el buscador del equipo de Bulgaria!

-Parece que tiene malas pulgas -comentó Hermione, observando la multitud de Krums que parpadeaban, ceñudos.

-¿Malas pulgas? -Ron levantó los ojos al cielo-. ¿Qué más da eso? Es increíble. Y es muy joven, además. Sólo tiene dieciocho años o algo así. Es genial. Espera a esta noche y lo verás.

-Soy yo, o parece que está enamorado de Krum -le susurré a Harry. Ambos nos reímos tanto que llamamos la atención de varias personas, cosa que nos causó más risa.


Seguimos caminando, cuando divisamos una tienda grande y negra que parecía palacio.


-Agh, los Malfoy-dije rodando los ojos.

-¿Malfoy? -preguntó Harry -¿No estará...?

-Mi hermana... -acompleté con molestia.- Vámonos antes de que...

-Antes de que ¿qué?, hermanita -dijo Jade detrás de mí.

-Antes de que llegues -le contesté al voltearme.


En fin, resumiré esto, como siempre, ella y yo nos peleamos, aún en frente de estas personas, ella nos echó en cara lo que los Malfoy tienen para la copa, no sólo una carpa grande, ni los mejores asientos, sino también visitas a los jugadores, autógrafos y no se que tanto más. Hubiéramos seguido así durante mucho tiempo, sino fuera porque Harry y Hermione interfirieron.

Llegamos a la fila del agua donde casi no nos tardamos y Hermione salió carcajeándose, cosa que no entendí porque todo el camino me la pasé imaginando como ahorcaba a Jade.


-No dejes que eso te arruine el día, ____ -oí a Harry.

-¡Ah, es que es desesperante! -le dije.

Cambio de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora