En esta historia podremos descubrir como Jimin se convierte en el factor común de un "cuadrado amoroso". El coqueto y tierno Jimin, el juguetón y tímido Jungkook, el espontáneo e impredecible Tae y el tajante pero dulce Suga, serán los protagonista...
Estábamos en la sala de espera del hospital Asan Medical Center. Eran una sale grande, blanca y espaciosa y allí solo estábamos nosotros: Jin, NamJoon, YoonGi, Tae, Jimin y yo.
Jin estaba de pie, andando de un lado a otro, inquieto, con el dedo pulgar apoyado en su labios. NamJoon estaba de pie, apoyado en una columna que parecía de un elegante mármol blanco, con el rostro lleno de preocupación y observando el continuo ir y venir de Jin. YoonGi estaba sentado en uno de los asientos de la fila que quedaba al lado de la columna en la que RapMon estaba apoyado. Estaba sentado con las piernas abiertas, inclinado hacia delante, apoyando sus brazos en las piernas y con los dedos entrelazados y la cabeza agachada, mirando directamente al suelo entre sus pies. Tae estaba apoyado en la pared del fondo, a escasos metros de nosotros, con el rostro triste y mirando hacia un lado. Y Jimin y yo estábamos sentados juntos, justo en la fila de enfrente, delante de Suga y Jimin tenía su cabeza apoyada en mi hombro mientras yo le rodeaba los suyos con mi brazo.
JN-¿Por qué no dicen nada?- Sin dejar de ir de un lado al otro de la sala y agitando la mano. Se paró en seco y nos miró con los ojos como platos- ¿Será grave? ¿es eso?- Con los ojos rojos y cristalinos dejó escapar sus lágrimas y su rostro se tornó en desesperación- ¿Vosotros creéis que es eso? Por que si es así yo...- No terminó la frase cuando Nam lo rodeo con sus brazos por encima de los hombros del mayor y se lo acercó delicadamente hacia él, haciendo que el rostro de Jin se escondiera entre el cuello del moreno.
NJ- Tranquilo, estoy seguro que no es nada grave- Besó suavemente la sien de Jin, que seguía escondido en el cuello de Nam, rodeando la cintura de éste con los brazos y agarrándose fuertemente de la parte de atrás de la camiseta blanca de NamJoon- Te prometo que todo saldrá bien- Calmaba el más alto al castaño.
Jimin y yo habíamos levantado la vista hacia Jin cuando éste había comenzado hablar y nos habíamos quedado observando esa escena tan cálida entre Jin y Nam, quienes siempre habían tenido muy buena relación.
De repente sentí que unas miradas se clavaban en nosotros.
Giré la cabeza hasta quedar con el cuello recto y delante nuestro, todavía sentado de la misma manera estaba Suga, quien ahora tenía la mirada puesta en Jimin y en mi. Y os puedo asegurar que en sus ojos solo había enfado, tristeza y frustración. Pero todavía podía notar que alguien más miraba hacia nosotros. Giré un poco más la cabeza y pude observar a Tae también con la misma postura que tenía antes, pero con una mirada de desprecio y dolor. Sus ojos estaban rojos e inundados de lágrimas que todavía no salían.
Jimin no se había dado cuenta de nada. Él se había limitado a esconder su rostro en mi cuello, a rodearme la cintura con sus brazos y poner sus piernas encima de las mías, mientras yo lo arropaba entre mis brazos.
Bajé la mirada, apoyando mi mejilla en la cabeza de Jimin e intentando no mirar a ninguno de los dos que seguía taladrándonos con la mirada.
Desde que Tae salió corriendo de la habitación del hotel con los ojos llenos de lágrimas no habíamos vuelto a hablar. Había intentado acercarme a él en varías ocasiones, pero no me permitió ni el más mínimo contacto.
Aquello me tenía mal, sentía como si mi TaeTae pudiera saber que había pasado con Jimin, y yo sentía que, de alguna forma, le había traicionado. Como si Tae y yo... como si, no sé... sentía como si hubiera sido infiel a Tae, pero él y yo no éramos más que amigos ¿no?.
Nunca nos habíamos besado, no habíamos compartido un momento "íntimo" como los que tenía ahora con Jimin, pero el solo hecho de pensar que Tae supiera que Jimin y yo estábamos juntos, me partía el corazón, como si fuera a perder para siempre algo que no tenía con Tae, pero que comenzaba a anhelar. Sentía ganas de salir corriendo hasta mi estúpido castaño de sonrisa cuadrada y abrazarlo. Abrazarlo y pedirle que jamás se fuera, pero todos esos pensamientos me hacían sentirme todavía peor por Jimin, al que sentía que estaba traicionando por dejar que todo eso me pasara por mi mente. Y por supuesto, yo quería a Jimin, no estaba dispuesto a perderle, pero y ¿por Tae? ¿qué sentía por él? ¿por qué tanta culpa y remordimientos me abarcaban cada vez que pensaba en él?
Una voz gruesa cortó esa orgía de pensamientos y sentimientos.
-¿Familiares de Jung Ho Seok?- Dijo un señor con una bata blanca y una carpeta en sus manos. Nos acercamos todos rápidamente hacia él.
-Sí, somos nosotros ¿Como está Hoseok?- Dijo NamJoon rodeando todavía los hombros de Jin, quien miraba al médico con los ojos muy abierto y preocupado.
El doctor nos miró a todos por encima de sus gafas y cuando ya nos había revisado a todos el rostro, uno por uno, se quitó los lentes y sonrió.
-Vuestro amigo está bien- respiramos todo aliviados y dejando un largo suspiro mientras el doctor seguía explicándonos el estado de nuestro amigo.- Solo tiene un pequeño corte en la cabeza, aunque ha necesitado tres punto, no es nada grave. No tiene ningún tipo de lesión cerebral. También tiene una contractura en el omóplato, pero que sanará enseguida con un poco de reposos y de relajantes. Ha tenido suerte, y buenos amigos que han sabido actuar rápido. Puede llegar a ser muy peligroso, incluso mortal, que una estantería tan pesada y grande caiga sobre la espalda de alguien. Pero gracias a la suerte y a vosotros, el joven Hoseok vuelve hoy mismo a casa, sin ningún peligro.
Tae y Jin lloraban de alivio, Namjon, Suga y Jimin, sonreían de alegría y yo miraba a Tae llorar tan dulcemente, con esa sonrisa cuadrada en su boca.
Me acerqué a él por detrás y no lo pude evitar, me abracé a su cintura y escondí mi cara en su espalda. Él se quedó quieto durante unos segundos y de repente noté como suavemente retiraba mis manos y se giraba hacia mi, mirándome en silencio. Noté como dulcement rodeaba mi cuello son sus brazos y yo me dejé abrazar. Rodeé su cintura y con la cabeza escondida en su cuello, me perdí en su dulce olor.
Lo necesitaba. Yo necesitaba a Kim Tae Hyung. Necesitaba que me abrazara. Lo necesitaba conmigo. Siempre.
Ninguno de los dos dijo nada, pero en su mirada y en la mía había cierto alivio, duda, desesperación y dolor. Nos mirábamos a los ojos en silencio, cuando noté la mirada de Jimin clavada en nosotros
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Holis de nuevo!!! mmmm ChimChim está celoso me parece a mi, pero ¿de quién?*
