Secretos detrás de las cámaras.

Capítulo 3. Irrefrenable.

Narra Jimin

Estaba nervioso y me ponía más nervioso el hecho de haber creído percibir en los ojos de Jungkook una inquietante pasión.

Caminé hasta mi maleta para coger unos calzoncillos y una bata mientras intentaba calmar mis pensamientos que cada vez más se descontrolaban.

-¿Qué haces a-aquí?- Dije intentando disimular.

-Estaba aburrido en la habitación y vine a ver que hacías.- Contestaba Jungkook muy natural y seguro. Eso hizo que me calmara un poco.

Sin darme cuenta me quité la toalla y la dejé caer al suelo, quedándome completamente desnudo y me incliné un poco para ponerme los boxers azules que había cogido. De repente noté como una mirada se clavaba en mi nuca y un apasionante escalofrío recorrió mi columna.

Me giré a mirar a Jungkook mientras me tapa el cuerpo con una bata. Sus ojos brillaban mientras se mordía el labio de una manera tan pasional que sentí como un latigazo recorrió mi ingle.

-¿Estás bien Kookie?- Pregunté no muy convencido y apunto de dejarme llevar por el deseo de hacerle mio.

Su mirada deseosa se clavó en mis ojos, y de repente sentí que podía leerle el pensamiento. Empezó a caminar hacia a mi, con un paso lento pero firme, seguro. Ya no aguantaba más y de la misma manera caminé hacia él. Nos aproximábamos poco a poco, sin bajar la mirada.

Nuestros ojos hablaban diciéndonos todo aquello que deseábamos hacernos el uno al otro. Silencio. Solo había silencio. Nos detuvimos cuando estábamos cara a cara, tan cerca nos teníamos, que podía respirar el aire que salía de él. Nuestros ojos empezaron a desviarse hasta nuestros labios. Dios mio, ya no aguantaba más. Volvíamos a mirarnos a los ojos y nuevamente a los labios. Acercó su rostro todavía más al mio y nuestros labios se rozaron. Estaban húmedos y con lentitud entre abrí mi boca para rozar un poco más aquellos labios que parecía que pidieran a gritos ser maltratados por mis besos.

Jungkook abrió con lenta pasión su boca para devolverme el gesto y mirándonos a los ojos abrí más mi boca, sacando un poco la lengua y besándonos suavemente. Un beso que dejó clara nuestras intenciones y que se auto-proclamaba como el primero de muchos. Sin apenas retirar nuestras cabezas nos quedamos unos segundos con la mirada clava el uno en el otro. Bajé los ojos a mi entrepierna. Mi pene estaba tan duro que empezaba a doler. Miré la entrepierna de Jungkook y su erección eran tan evidente que podía notar como su miembro palpitaba debajo de aquella fina bata. Me mordí el labio y volví a mirarle a los ojos. Tenía una mirada incrédulamente pasional. Su respiración comenzó a agitarse sin dejar de mirarme a los ojos. Silencio.

Volví a besarlo lentamente y él no se resistió. Alcé mi mano derecha cogiéndolo por el cuello y la izquierda la dirigí a su cintura. Sin dejar de besarlo, lo acercaba más a mi cuerpo y le besaba cada vez con más pasión mordiendo su labio inferior. Puso su una mano a cada lado de mi cuello y como si de una demostración de poder se tratara, empezamos a besarnos cada vez más apasionadamente. Nuestros labios cada vez más mojados por el intercambio de saliva, no cesaban en demostrar el deseo que sentíamos. Metía mi lengua en su boca, cada vez más profundamente, mientras notaba como la suya seguía abriéndose paso por la mía, casi llegando a la gargantilla.

Un gemido salió de mi garganta, y aunque estábamos jadeando por la falta de aire, ninguno se aparto.

-Ju-Jungkook...aahh...- pronuncié entre jadeos y besos.

-Jimin.. n-no aguan... aahh.. no aguanto-o más.-

Dios, podía ver como me deseaba, como su cuerpo se estremecía y eso me excitaba todavía más. De repente me cogió por la cintura con su mano derecha, mientras con la izquierda bajaba la bata por mi hombro, dejándolo al descubierto. Me agarró del cabello, empujando suavemente pero con pasión mi cabeza hacia atrás, dejando desprotegido mi cuello. Sus labios empezaron a bajar por mi mentón, mientras su lengua dejaba un mojado rastro por donde pasaba. Lamió, besó y mordió todo mi cuello, hasta llegar a mi oreja, donde se entretuvo en jugar con mi lóbulo. Los gemidos salían de mi cada vez más incontrolables. No había espacio entre nosotros, y empecé a notar como nuestros miembros se rozaban.

Jungkook parecía controlar la situación y yo solo podía rendirme a él y a sus caricias, pero estaba tan excitado, que un impulso se apoderó de mi. Me separé de él dándole un empujón, haciendo que cayera de espaldas en la cama y rápidamente me puse encima de él ahorcajadas. El corazón me iba tan rápido, que sentía que me estallaría. Jungkook me miro con unos ojos algo confundido, pero yo no dejé de besarlo y de pasar mi mano por su abdomen, todavía tapado por aquella bata. Enseguida se rindió y se entrego totalmente a mis caricias apasionadas. Cada vez me dolía más la entrepierna, estaba tan duro que note como si fuera a estallarme el pene.

*Que hago ¿Sigo? 7u7 Sí, claro que sí. 7u7

Y entonces, ¿quién creen que le dará a quién? 7u7*

~Hila30