James fue a buscar a Eddie, y lo encontró en los niveles inferiores de la prisión.
-Eddie, vengo a rescatarte - dijo James.
-James - dijo Eddie -. Déjalo. Ya no hay esperanza.
-No digas eso, James. Yo causé esto, y yo lo voy a arreglar.
James forzó la cerradura de Eddie y le dijo que rescatara a los demás soldados de la Hermandad. Iban a necesitar toda la ayuda posible. Mientras Eddie rescataba a sus amigos, James intentó localizar a Andrea usando las cámaras de vigilancia. Entró, mató al guardia, recuperó sus posesiones y miró las cámaras. Vio a Andrea en el nivel 25-b, así que decidió ir hacia allí. James se encaminó hacia el nivel 25-b mientras Eddie rescataba a sus soldados. Se encontraron en el nivel 23-a, y James encargó a Eddie distraer a Edward mientras él iba a por Andrea y Andrew. Eddie le advirtió que Los Saqueadores tenían otro líder, pero James le dijo que no se preocupara, que él se encargaba de todo. Eddie decidió hacerle caso, así que causó una distracción en la entrada mientras James entraba en el nivel 25-b.
-Id a comprobar qué ocurre - dijo Andrea, y cuando los soldados se fueron, James entró -. Vaya. Debí haberlo sabido. Tú no te rindes nunca, ¿eh? Bueno, Andrew no está aquí, así que ahora sí te voy a matar.
Andrea cogió una catana, y James una espada curva. Enseguida empezaron a luchar. Su lucha se expandió por todo el complejo, destruyéndolo a su paso, hasta que llegó un punto en el que entraron en la sala de control, donde Andrea empujó a James y le atacó, pero James lo esquivó, haciendo que Andrea destruyera el terminal de control de las defensas del complejo. Andrea y James siguieron luchando hasta que llegaron a la entrada, donde fueron bajando hasta una zona estrecha móvil. Eddie vio a James luchando con Andrea, así que ordenó a un escuadrón vigilar a James y disparar a Andrea si ésta derrotaba a James.
-Se acabó, James - dijo Andrea -. Te voy a matar de una vez.
Andrea atacó a James descaradamente, pero James la esquivó y la empujó, haciendo que cayera un metro hasta el suelo, pero cayó de pie, así que James fue a por ella. Una vez bajó, la lucha continuó, y James derrotó varias veces a Andrea, forzando a que la lucha continuara en el nivel bajo, en una jaula. Allí, Andrea y James lucharían por última vez. James atacó a Andrea varias veces, pero Andrea paró sus ataques, haciendo que James se desestabilizara. James, sin embargo, continuó luchando ferozmente, hasta que en un punto, consiguió desarmar a Andrea, y entonces la echó al suelo.
-¿Vas a matar a un oponente desarmado? - dijo Andrea -. ¿No va contra tu código de honor?
-Yo no pertenezco a la Hermandad - dijo James.
Dicho esto, James empaló a Andrea con su espada, pero no la mató, ya que la empaló en una zona no vital. Andrea cayó al suelo, herida, y Eddie, que llevaba viendo la lucha desde el principio, felicitó a James y continuó con la batalla. James se agachó y le susurró a Andrea en el oído:
-¿Un último deseo?
-Sí - dijo Andrea, y dicho esto, le dio a James un beso con lengua -. Me ha gustado tu forma de luchar. Eres bueno luchando. Te quiero, James. Ahora, mátame.
James apuñaló a Andrea en el cuello, cortándole la cabeza. Después, salió un poco tocado, ya que a él también le gustaba Andrea.
-Te gustaba Andrea, ¿verdad? - dijo Eddie a James.
-Sí - respondió James -. Me gustaba desde la primera vez que la vi. Me pagó setecientas chapas por un poco de comida, y me regaló una pistola láser. ¿Qué enemigo hace eso?
-Has hecho lo correcto, James. Te habría matado.
-No te creas. Al darle la oportunidad de un último deseo, me dio un beso y me dijo que me quería.
-Bueno. Seguramente fue un beso de Judas, pero si tú lo dices...
-En fin. Acabemos con Los Saqueadores y vayámonos de aquí.
-Sí.
La Hermandad acabó con casi todos Los Saqueadores, pero algunos escaparon, entre ellos Andrew.
-¿Y el otro líder de Los Saqueadores? - preguntó James.
-Muerto - respondió Eddie.
-Bueno, salgamos de aquí y volvamos al aeropuerto.
-No podemos. El Enclave y los demás Saqueadores saben que es nuestra base. Volverán a por nosotros.
-Tranquilo. Sé de un sitio al que podemos ir.
James llevó a la Hermandad a unas ruinas que se encontró de camino a Emerald City. Solo tenían que limpiarlas de mutantes. Tardaron lo suyo, pero finalmente las limpiaron por completo. Después, Eddie agradeció a James su empeño y su valentía, y lo nombró paladín de la Hermandad Nuclear, entregándole su propia armadura. James se fue a su cuarto a pensar sobre Andrea. Se quedó dormido rápidamente debido al cansancio, y soñó con ella.
-James - dijo Andrea -. Hiciste bien.
-Andrea - dijo James -. ¿Estás viva?
-No. Esto solo es un sueño. Aún así, quiero decirte que hiciste bien. Te felicito por matarme de esa forma. Tú eres libre, no como yo, que soy pasto de gusanos.
-Lo siento, Andrea. Lo siento.
-Eh, eh, no pasa nada. Hiciste lo correcto. Tranquilo. Ya lo sabes, te quiero.
-Y yo, Andrea. Lo siento por matarte.
-Tranquilo. Siempre estaré viva dentro de ti. Hasta siempre, James.
Entonces, James se despertó. Ya era la mañana siguiente, según su ordenador de muñeca, las siete y media. James se levantó y fue con Eddie.
-Buenos días, James - dijo Eddie.
-Buenos días - dijo James -. He soñado con Andrea.
-Bueno. No hace falta que me lo cuentes. Eso es privado. ¿Listo para el entrenamiento diario?
-Pues claro.
James y Eddie entrenaron juntos durante dos horas, y así entrenaban cada día mientras buscaban a los restos de Los Saqueadores y al Enclave.
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El Yermo Nuclear
Science FictionEs una historia que se me ocurrió viendo un vídeo de guerras nucleares y sus efectos. Que lo disfrutéis.