Δ Prólogo.

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Era un jodido día más en el apartamento, solo, con Lucifer solamente haciendole compañía, a veces, hablando de eso...¿donde se habría metido ese jodido gato de nuevo? En fin.

Abrió el portátil, esperando que la noche no fuese tan larga esta vez.

— Hola, Netflix, ¿qué cita tendremos hoy eh?

Dios, seguro ya se había vuelto loco. No. Ya lo estaba.

Sus amigos le decían que buscará pareja, ¿tan solo lo veían? Aunque para él eso era demasiado irrelevante, así que decidió indagar, por curiosidad, en una página de citas, quizás ahí podría encontrar a su verdadero amor. Había encontrado minutos  (y varias personas aburridas) después a un chico al parecer con rasgos italianos, no podía distinguirlo muy bien debido a que no poseía muchas fotos su nuevo pretendiente en el perfil. Suspiro, quería entablar una normal conversación, aunque de pronto los instintos salvajes de coquetearle al italiano lo atacaron.

No. Contrólate Jared.

Hablaron por un par de horas hasta dadas las tres de la mañana. Dean, ese era el hermoso nombre de aquel cuarentañero.

Y de pronto Jared se encontró suspirando recostado sobre su cama, con los brazos a modo de almohada. ¿Sería esta la buena quizás? No lo sabía, solo esperaba encontrarse algún día con aquel chico de mirada preciosa.













// Es algo corto, lo sé, pero vayan preparando los kleneex.¿?

Doppelgänger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora