- Galveston

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Jared había decidido finalmente ir de viaje con Dean, tenían que planear muy bien la salida, ya que ambos eran un desastre cuando de diversión se trataba.

Jared le menciono a Dean que no había porque preocuparse por el gato (y sí que parecía más preocupado que su mismo dueño), alías el amado Lucifer, ya que lo dejaría en casa de Jensen para que éste le cuidase, le tenía bastante confianza, después de todo era su mejor amigo. Aunque al final termino por decidirse por su madre, era la más cercana desde el departamento.

¿Qué tipo de crucero sería el ideal? Quizás uno hacia el Caribe no era mala idea después de todo, en especial uno de Disney, temático y hacia el Caribe no sonaba nada mal. En cuanto el castaño le propuso la idea a su pareja, Dean salto de felicidad abrazando al muchacho, uno de sus pequeños deseos culposos era ir cual niño en un crucero de Disney, incluso si tendrías que bailar con una botarga enmedio del barco, sin dudar Dean lo haría.

— Pero, ¿cuando partiríamos? ¿Vamos viendo los boletos desde ahora? —el rubio sí que estaba bastante ansioso.

— Hey, tranquilo vaquero —menciono con una pequeña risa picarona— yo me encargo de los boletos y demás, leí que los barcos parten desde Galveston y de ahí nuestro destino sería hasta Puerto Rico, con una parada en la Riviera Maya, sé que tienes bastantes ganas de visitar esos lugares.

Dean se quedó sin palabras unos instantes, tenía al mejor jodido novio del mundo.

— ¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato? —Jared se burló, apretujando entre sus manos el rostro del mayor.

— Cállate, hombros anchos, me he dado cuenta que eres maravilloso, eso es todo —le dio un pequeño golpe en el pecho mientras sonreía.

— Bueno, soy el mejor, ¿qué te puedo decir?

— Chulito.

— Mira mira, este camarote es de tipo Oceanview, cuenta con una cama matrimonial, jacuzzi, servicio al cuarto, incluso con una modesta hamaca al lado de la ventana.

— Pues...la verdad no suena tan mal —Dean tomó asiento sobre las piernas de Jared mientras ambos observaban los detalles desde la computadora de escritorio.

— Te dije que mi buen gusto no fallaba, además que puedo hacerte el amor mientras los peces nos observan desde la ventana...—dejo un suave beso sobre la nuca del rubio, el cual se estremeció al instante.

— ¿Qué clase de fetiche enfermo es ese? —rió, acurrucandose más contra el más alto.

— No es ningún fetiche que quiera cogerte hasta el amanecer, luz de mis ojos.

— Si qué estas enfermo.

Ambos rieron y bueno, la sesión de besos iniciaba nuevamente para aquellos dos.
Se separaron en cuanto el aire en los pulmones era necesario y acordaron en que partirían de viaje la siguiente semana, era buen tiempo para organizar maletas así como los planes de actividades que realizarían durante su estancia en el barco.

Dean había pedido vacaciones adelantadas en su trabajo, aunque a cambio tenía que quedarse un par de horas extras para cubrir a sus compañeros nuevos, Jared por su parte, tenía que hacer labor de convencimiento con su madre para que cuidara a Lucifer; mencionaba constante la señora Padalecki "¿Me vez cara de nana de gatos? Además tu bestia come como un puerco."  Sí, no era muy fanática de los animales pero, termino accediendo ante los pequeños berrinches de su hijo menor.

Al parecer ya todo estaba arreglado, solo hacía falta comprar un par de objetos de higiene personal pero, Jared pensó que si salían un par de horas antes de la casa les daría tiempo de pulir los últimos detalles. Ambos estaban bastante emocionados por el viaje, ¡era su primera cita oficial después de todo!

Doppelgänger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora