Te encantaba jugar cartas. Siempre que no teníamos clases salías a jugar con tus amigos. Era de los pocos momentos en los que me permitía admirarte sin miedo de que me descubrieras, ya que en cuanto tenías una baraja en la mano el resto del mundo desaparecía paria ti. Solo eras tú y tus cartas, nada más existía para ti por unos cuentos minutos.
Te olvidabas de todos los problemas, de la tarea que siempre dejabas a medias y de tu estrés por no entender nada en matemáticas.
Si alguna vez encuentras el amor que siempre has querido y no te ve como tú veías a tu baraja, déjalo, no vale la pena.
Una vez estabas jugando con tus amigos en el salón, no se que juego era pero cada que alguien perdía tenía que contestar una pregunta que alguien de los que jugaba le hiciera. Reían muy alto y gritaban cada que querían, pues no habían notado que en el salón aún estaban personas del grupo. Yo incluido.
Tú perdiste, no se bien que pregunta te hicieron, pero tu respuesta me encantó. No recuerdo palabras exactas pero les diste a entender a todos que ya no te veías con tu novio y que no les veías más futuro juntos. Yo sabía que nosotros no íbamos a ser pareja pero saber que sus brazos ya no estarían al rededor tuyo me llenaba de alegría.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que nunca fuimos
Short StoryYo te observaba cuando creías que nadie lo hacía y te escuchaba a pesar de tener los audífonos puestos. Yo siempre estaba ahí y tú no lo notabas, y yo estaba bien con eso, me agradaba que no lo hicieras. Nadie nunca supo lo que yo sentía por ti, par...