Capítulo 4

32 1 0
                                    

Fiesta en casa de Matt.

-Entonces, ¿alguna vez tendré el privilegio de conocer tu nombre?-. Sonrió torcidamente el chico frente a mí.

-Dudo que sea así, ya sabes, me considero anónima. -En un desesperado deseo de parecer normal, fue todo lo que pude decir.
Giré sobre mis talones dispuesta a irme pero el sujeto fue más rápido que yo y tomó mi brazo cogiéndome por sorpresa.

-¿No necesitarás esto? -Bajé la mirada hacia mi libro aún sostenido por él-. Porque aún puedo cargarlo y hacer mis apuntes en él, así no tendré que comprar uno para mí puesto que compartimos esta clase. -«¿QUÉ? Esto simplemente no puede estar pasando», me dije.
Sonrió, con esa clase de sonrisas que te dejan helada, con esas sonrisas que esconden mucho más que simples secretos. Tuve miedo de estremecer.

-¿Podrías darme mi libro? P-por favor. -Extendí mis manos que yacían escondidas en las mangas de mi abrigo. El negó con la cabeza. ¿Qué tan difícil iba a ser esto? Por primera vez deseé que quién esté frente a mi fuera Ronn...¿Eh? Qué se supone que está pasando conmigo.

-Sólo si aceptas mi invitación. He oído por ahí que el viernes habrá una fiesta en casa de uno de los tuyos, y tendrás que venir conmigo si quieres tu libro de vuelta. -¿Uno de los míos? ¿Qué significa eso?

Ah, la fiesta de Matt.

Se supone que "haría lo posible" para ir con Stella, pero en realidad no deseaba ir, así que opuse resistencia a pesar de que no era una tan mala idea.

-¿No puedes sólo darme mi libro y ya? Ni siquiera sé cómo te llamas-. A decir verdad, recién caía en cuenta de eso. Quiero decir, él había preguntado mi nombre antes, pero no se había presentado.

-Me estás dando a entender que yo debo decirte mi nombre pero tú no me puedes decir el tuyo-.
Sonó como una pregunta. Asentí sin querer. Al momento de hacerlo, la comisura de mi labio se ladeó hacia arriba en una media sonrisa.

-Ven conmigo el viernes en la noche y te diré todo lo que quieras. -Se giró dispuesto a irse pero retrocedió-. Y, me quedo con esto. -Dijo mostrándome mi libro. -Es la garantía de que vendrás.

Quería replicar, pero él ya me había dado la espalda.

Ahora era definitivo, si quería recuperar mi libro, no solamente tendría que ir a la fiesta, sino que iría, al lado de un chico que no conocía en lo absoluto. A primera instancia parecía una estupidez, ¿ir solo por un libro? Bah.
Lo que no quería aceptar, es que ir a una fiesta al lado de un chico muy, muy guapo era algo extraño que quizá quería hacer.


La fiesta comenzaba a las diez, había hablado horas antes con mi madre por teléfono para comunicarle que iría, al principio no estuvo de acuerdo pero logré convencerla de todas formas. Mi mejor amiga había regresado de su viaje el día anterior y a pesar de estar cansada, me había dicho esta mañana en clases que no se perdería la fiesta por nada del mundo.

Para mi sorpresa, no había tenido encuentros con el chico de ojos verdes. Llegué a escuchar por ahí -en realidad fue a mano de Leia, una chica del salón-. que estaba haciendo unas prácticas en el edificio conjunto lo que me llevó a pensar en cómo podríamos compartir clases.

Había visto a Ronnie de reojo sin poder evitarlo esta mañana, después de haber pasado tres días ignorándolo completamente. En varias ocasiones sentí su mirada en mi nuca, pero no me volví hasta después del primer período cuando Eliot, un compañero en clase de español hizo una broma graciosa y Stell junto conmigo giramos para verlo. Lastimosamente, se sentaba detrás de Ronnie, y fui obligada a cruzar mi mirada con la de él. No quería aceptarlo, me lo negaba a mí misma, pero su mirada era tan atrayente que me dejaba sin aliento. Sus ojos grises tan brillantes burlaban mis sentidos haciéndome olvidar de toda lógica. Cuánto deseaba sentirme segura de aquellos ojos. Después de segundos eternos desvié mi mirada y giré para encararme a la pizarra y a la profesora que hablaba sobre las bromas en clase y sus consecuencias.

Your Guardian AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora