Chapter 8: Adicciones

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Nos conocimos por una adicción común... Los dulces.

Aún recuerdo aquel día en que te desperté y te arrastre a la feria porque quería conseguir algunos.

Dicen que las personas que comen muchos​ dulces es para compensar la tristeza en el fondo de sus corazones. Cuanta verdad escrita en estás palabras, en efecto mi adicción provenía de un antiguo amor que mi corazón rompio.

Aún recuerdo cuando en un juego estábamos participando, primero yo luego tú. En aquella ocasión no pude ganar en el juego y tú si, te dieron tu respectivo dulce, en lugar de guardarlo o comerlo me lo diste, no sabes cuánto había significado para mí que me dieras ese tal vez para ti insignificante chocolate, increíblemente dulce era su sabor, no sabiendo si por el hecho o la acción.

Esa simple acción sirvió de base a las demás buscar dulces para llenar tal vez el vacío del corazón que me provocaba estar lejos de ti, algo que por supuesto nunca iba a admitir, en aquel tiempo surgió una nueva necesidad llenar vacíos con comida y dulces, algo a lo que estaba acostumbrada mucho en secundaria. ¿Quién pensaría que fueras tú ahora quién causará ese vacío? Era extraño no poder llenarlo de la forma tradicional (a atracones de dulces y comida, como solía manejar todo, la felicidad, la tristeza, el enojo, en fin todo) que me estaba pasando contigo. De la nada te volviste algo así como una adicción, el simple hecho de hablar contigo un rato era como pequeñas dosis, empezó a dejar de ser suficiente y empece a querer llevarte a cualquier lado (hasta el final del mundo si hubiera sido necesario) que te puedo decir, eras mi dosis diaria de droga, nunca las había probado así que no reconocí los efectos hasta que me di cuenta era demasiado tarde, pues ya había probado tus labios (definitivamente sabía que iba a seguirlos probando) que decirte cuando esa adicción era tan grande que llegue a punto de querer pasarme las horas enteras del día pegada a ti, talvez si en alguna ocasion hubiera probado alguna droga hubiera sabido cómo manejar esta adicción a ti, este deseo incontrolable de necesitarte.

Ha pasado el tiempo y la adicción se acabó, ahora ya no quiero pasar todo el día contigo (ni por lo menos estar pegada todo el día al celular esperando tus mensajes), no quiero escuchar tu voz al lado mío a todas horas, tampoco ya no deseo bailar o reir, verte un rato es suficiente, sin fastidiarnos dip disfrutando un rato.

Supere mi adicción a ti (como tanto querías, como tantas veces me pediste que guardará algo de distancia porque tenías más cosas que hacer, siempre supe que aunque era así, no quería estar lejos, quería estar siempre a tu lado. Hasta que lo logré. Supere después de mucho mi adicción a ti.) ojalá estés muy orgulloso de mí.

Mis Días Sin Ti Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora