Epilogo II (Final)

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Como siempre les debo la disculpa por la tardanza, pero fuera de mis manos no me permiten actualizar tan seguido como quisiera, espero su comprención. dejo en claro nuevamente que yo no abandono mis novelas nunca, aunque me tarde no lo hago. 

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Epilogo II

6 años después

Yulian (Yul)

Solo puedo mirar al pasado su darme cuenta de lo afortunada que fui, que cada uno de los malos momentos fueron opacados por los buenos y unos mejores. La vida no es perfecta, pero no me puedo quejar, luego de conocer a Ron mi vida cambio totalmente, aprendí lo que era sentirme amada, apreciada, tener amigos verdaderos, aprendí lo que era sentir consentida y entendida sin miedo a decir algo que a mi esposo no le gustara. Saben que fue lo que mas aprendí gracias a él, a sentirme más mujer que nunca, no tener miedo de ser sexy o ser romántica, seductora o atrevida, aprendí a amarme a mi misma como mujer.

Me fijo en la ventana de nuestra casa y lo veo, Ron y Jonathan se encargan de acomodar las mesas y sillas para la fiesta de los gemelos. No puedo quitar los ojos de él sin darme cuenta de las canas color gris que se asoman por su cabello o de esas arrugas pequeñas que están en sus ojos y me encantan tanto.

-Se te está saliendo la baba de la boca.- escucho a Bell cuando me da una servilleta sacándome de mi sueno

- Estaba bastante entretenida viendo a mi marido

-Lo se, me di cuenta. Límpiate la boca y vamos a terminar antes que se convierta un caos cuando los chicos lleguen.

En la noche se celebraría el cumpleaños número 10 de los gemelos, me parece increíble que ya haya pasado tanto tiempo desde su nacimiento. Jonathan es ya un hombrecito de 12 años, mientras que los gemelos siguen siendo los pequeños Tasmania de siempre cumpliendo sus 10 años, mi niña hermosa cumple también está por cumplir sus 6 años.

-Es extraño tener tanto silencio en la casa.- dijo Bell colocando una bandeja en la nevera.
-Es cierto, es realmente extraño, pero por primera vez en varios meses puedo escuchar mis pensamientos.- dije haciendo que riera.

- ¿Dónde están las mujeres en esta casa? – grito Jonathan desde la sala. Cuando salimos de la cocina ellos simplemente están sentados con una cerveza en la mano. –Vengan un rato con nosotros.

-¿Terminaron de colocar todo?- pregunta Bell sentándose a su lado

-Claro, ¿por quién nos tomas hermosa? Somos hombres trabajadores y eficientes.- dejo a esos dos en su mundo y me acerco a Ron. Cuando llego a el me toma de la cintura y me sienta en sus piernas.

- ¿Estás bien amor?- digo besando su boca

-Perfecto- beso mi cuello, asiéndome sonrojar por acordar unas noches atrás.

Luego de varios minutos de relajación Sam llego con los chicos, la tranquilidad de la casa se acabo, mientras Bell y yo terminamos en la cocina a Ron le toco arreglar a los chicos para la fiesta, lo que no es tarea fácil. Siento como unas manos me rodean por la cintura y simplemente se que es él, su pecho está en mi espalda y su boca llego a mi cuello.

-Hueles tan bien. – Dice a mi oído.- Hueles a un dulce que quiero probar.

- Se supone que estén con los chicos. – dije susurrando con una sonrisa en mi boca.

-Ellos ya están listos, y Bell se están encargando de las niñas.- cada vez que estamos mas o menos solos hacia lo mismo, pero admito que me encanta que salga de su faceta de padre a su faceta de esposo caliente. –Mmmm, que se acabe ya esta fiesta para tenerte solo para mí.

-La fiesta ni siquiera ha empezado cariño.

-Y eso me llena de tristeza.- dice voleándome para besarme

-Busquen un cuarto.

-John, eres el hombre más malditamente inoportuno que puede existir en el planeta.- le dije a él mirándolo de mala manera.

-Bueno que la fiesta empieza. Adultos al control

--------horas después------

Estuvimos bastante ocupados durante la tarde, digamos que tener una fiesta infantil con muchos niños alrededor no es fácil o sencillo. Pero todo el cansancio se va cuando ves la cara de tus hijos cuando su padre les entrego su regalo, un pequeño perro labrador que será nuestro nuevo miembro en la familia.

Siento a Ron pegarse más a mi espalda, apretando mi cadera, estamos abrazados luego de recoger y limpiar, adicional y acostar a los chicos, estoy segura que debe ser más de las 2 de la madrugada y aunque me siento cansada no me siendo con sueño. Pensar en las cosas que han pasado en los últimos años me hace sentir satisfecha con la vida que llevamos, hoy fue un día especial, porque pude darme cuenta más que nunca de lo afortunada que soy, tengo un esposo increíble, cuatro hijos increíbles, amigos leales y amables, un trabajo que me llena de tranquilidad, definitivamente tengo la vida que soñé.

Bueno de algo estoy segura, la mejor decisión que he tomado en mi vida fue mudarme con mi inquilino. 

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Llegamos al final de esta increíble novela, espero que haya sido de su eterno agrado como las demás. A mis nuevas lectoras las invito a leer mis novelas anteriores, están en mi perfil. 

No desesperen que pronto empezare una nueva novela. 


BESOS DESDE PUERTO RICO 

La Casera Y El InquilinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora