La Casera Y El Inquilino

Capitulo 4 (parte 2)

primero que nada una disculpa por la tardanza en este capitulo. Segundo, les advierto que es extremadamente CORTO.... los recompensare por eso/...

--------------------------------------

Yulian (Yul)

Ninguno de los dos dijo nada durante el camino al apartamento. Ron me mantuvo todo el tiempo abrazada a su costado, pensé que cuando nos alejáramos del parque el me soltaría, pero no fue así. Estaba tenso, lo podía sentir en su postura y en su forma de respirar.

-Arruine la noche, lo lamento.- dije cuando me senté pesadamente en el sofá del apartamento, mientras cerraba la puerta.

-¿Qué?, tu no hiciste nada Yul. Todo fue perfecto hasta que ese idiota apareció.- ni siquiera soy capaz de verlo a los ojos, puedo escuchar sus pasos acercándose a mi y luego sentir como el sofá sede a su peso. Siento su mano en mi barbilla haciendo una presión para que lo observara. Esperaba ver enojo o rechazo, pero lo que vi no fue eso, lo que vi me hipnotizo.

- No se, ni me importa lo que paso en su matrimonio para que se acabara. Tal ves ni siquiera tengo el derecho a lo que te voy a decir, pero Yulian, si se vuelve a acercar a ti y te pone una mano encima, lo menos que usare serán las palabras.- en ningún momento dejo de mirarme, puede ver el enojo en sus ojos.

-No tienes que hacerlo, se que no quieres.

-¿Qué? Yul cuando te toco lo único que pasaba por mi mente era molerlo a golpes.- luego de unos segundos en silencio, entendí que era real su deseo de protegerme y no lo decía simplemente por tranquilizarme.

- deber ir a descansar, ya es tarde y debes prepararte. Gracias por la noche, Ron.- me puse de pie soltando sus manos y fui a mi habitación, me quite mi ropa, lave mi rostro, pero no puede dejar de verme en el espejo. Recordaba cada momento, hora, día, semanas, meses y años que le di a Bill, mis mejores años de juventud y el los hecho a la basura por un par de senos más grandes y firmes.

Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando el poco sueño que había en mi cuerpo se fue. Ron se tenía que ir cerca de las diez de la mañana a empezar su turno de dos semanas, decidí abandonar el calor de mi cama, me coloque mi bata y salí hasta la cocina. Le dejaría una sorpresa para que se acordara de mí este turno. No me dejare vencer por el pasado, no perderé mi oportunidad de encontrarme a mi misma y a un nuevo amor por Bill, ni por nada del mundo. No deje de pensar mientras preparaba todo, no deje de sentir hasta el momento en que el sueño me venció.

----------

BESOS DESDE PUERTO RICO