Capítulo 7

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—¿________? —tragué grueso, sintiendo una especie de temblor en el estómago. Sentía los nervios a flor de piel y no entendía por qué estaba así.

Supongo que sólo no esperaba encontrarla así como así.
Si seré tonto, Mabel me dijo que se encontrarían en el estacionamiento.

—Sí... soy yo —su voz.

Su voz era delicada y melodiosa.

Nunca había escuchado una voz más dulce.

Inconscientemente, sonreí.

Me acerqué a ella a pasos torpes, pero de repente sentí un cuerpo encima del mío que me dejó tirado en el piso.

—¡Dipper, hermano! —dijo una voz varonil. Miré al dueño de esa voz y me sorprendió notar que era el castaño que se le quedaba viendo a Mabel en el concierto. El chico tenía una gran sonrisa, y unos perfectos dientes. Caray.

Me levanté con dificultad y él me ayudó a equilibrarme. Me volvió a abrazar con fuerza y nos tambaleó a ambos.

¿Este quién era?

—Hermano, cuánto te extrañé —volvió a decir el castaño ese.

Fruncí levemente el ceño y lo aparté con lentitud.

—Yo... lo siento, ¿quién eres tú? —dije tratando de no sonar grosero.

El chico abrió más sus ojos azules y me miró con incredulidad.

—Hermano, ¿de verdad no me recuerdas? —se notaba que estaba dolido.

—Emm... no, si no me equivoco yo sólo tengo a Mabel por hermana, a nadie más que ella —dije mirándola.

—Dipper —me llamó el castaño—, soy Max... Max Owen.

¿Max Owen? ¿Ese quién es?

Busqué en mi memoria y traté de verle algo que me ayudara a recordarle. Lo escaneé bien y entrecerré mis ojos.

Todo puede cambiar, excepto los ojos. Los ojos siempre serán los mismos, siempre te abrirán la puerta al alma.

Lo miré directo.

Oh, ¡él es Max! ¡Él es el chico que quería a mi hermana cuando estábamos en Gravity Falls!

Caray, este tipo me caía tan bien.

Me lancé hacia él y también lo abracé.

—¡Hermano! —grité sonriendo. El castaño no tardó en responder—¡Te recordaba como un rubio oxigenado!

—Cállate —rio—. Nunca fui oxigenado, pero ahora mi cabello se oscureció un poco.

—¿Un poco? —solté una carcajada irónica—¡Tenías el cabello casi blanco, Max!

El me dio un golpe en el hombro, el cual le devolví sonriendo.

—Dipper —de nuevo esa dulce voz.

Giré a verla, su rostro estaba neutro.

—________ —hablé.

Me acerqué a ella nuevamente y antes de que pudiera tocarla, ella se alejó de golpe, como si yo fuera algún tipo de enfermedad.

Eso... dolió.

—Cuánto tiempo, ¿no? —dijo con un tono que no supe descifrar.

Di un paso atrás, asintiendo.

¿Y papá? ¡Papá, ven ya!

Oh, Dios me escuchó. Vi a papá acercarse a nosotros cuatro.

—Chicos, había un niño perdido por ahí, así que lo llevé a... —dejó de hablar cuando se percató de nuestros acompañantes—Eh... ¿hola?

Conquistándote de Nuevo (Dipper y tú) #Libro2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora