Capítulo 8

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—Cuéntennos —la voz de mamá me sacó del trance en mis pensamientos, mientras que nos dirigíamos al comedor grande y nos sentábamos. Mabel a mi lado, Max y ________ frente a nosotros y papá y mamá en las cabeceras—, ¿qué han hecho por allá?

—Pues nada interesante, la verdad —se apresuró en decir Max, pero su voz era algo rasposa—. Mis padres han tenido varias conferencias y siempre se encuentran ocupados en una que otra garantía de empresas —se encogió de hombros.

Noté cómo Max le daba un leve codazo a _______ a su lado.

Ella tragó grueso y suspiró.

—Pues realmente, en lo que a mí respecta, me tocó hacer una campaña defendiendo al oso polar —habló un poco sonrojada... muy tierna—, fue una pequeña colecta en la comunidad. Aunque sí hubo una gran cantidad de donantes.

—¡Eso es maravilloso! —exclamó mamá emocionada.

Y básicamente la cena trató de la vida de Max y _________ después de no verlos al irnos de Gravity Falls, con algunos comentarios curiosos y nada indirectos de mi parte.

Me pregunto cómo le estará yendo a mi tío en la Cabaña del Misterio, y si a Soos le dieron el ascenso que tanto deseaba.

En una parte de la conversación, toda mi atención se viró en _______, estaba a punto de preguntarle cómo le hacía para...

—¡Oigan! —exclamó Mabel a mi lado y di un pequeño respingo en mi lugar—A que no saben lo que me dijo Varias Veces —chilló de la emoción.

Ah.

Y al parecer a ________ eso le llamó la atención, ya que en ese instante volteó a ver a mi hermana.

—¡¿Qué te dijeron?! —preguntó con una gran y deslumbrante sonrisa en el rostro.

Mabel no se pudo contener más y explotó.

—¡Dijeron que hicieron el concierto sólo por mí! —chilló emocionada a más no poder. Y si pensé que ________ se aguitaría por la noticia o tendría un ataque de celos por lo que dijo mi hermana, me equivoqué. Ella también chilló—¡Dijeron que estuvieron buscándome estos dos años para agradecerme todo! Ya saben, los e-mails, las cartas que les enviaba, las dedicatorias, mis covers de sus canciones, por estar pendiente a sus noticias, por seguirlos incondicionalmente.. ¡por todo!

—Y yo que creí que era la única que los acosaba —rio ________.

—Casi moría en el escenario y luego la canción que me dedicaron fue... fue... fue... ahh... —Mabel parecía hablar de otro de sus locos sueños como solía hacer. Pero lo único que cambiaba era que esto era real.

—Mabel, hija, tranquilízate —la regañó mamá—. Esos modales...

Max y yo reímos por lo bajo.

Tontis.

Luego de unas horas más y, siendo sincero, no sentir nada por ________ como solía sentir... me di cuenta de que sí, podría ser una chica linda y bonita, pero sólo eso. Tal vez.

Ella al parecer, ya no hacía mi corazón sacudirse como antes.

Ahora ese puesto lo ocupaba Lizzie.

Y admito que en los primeros 14 meses después de irnos de Gravity Falls, mi aprecio a ella estaba intacto, pero luego de tratar con Lizzie y ser su amigo, se volvió complicado pensar sólo en ________ cuando Lizzie también estaba entrando en mis pensamientos. Cuando Lizzie también quería un espacio en mi corazón.

Pero yo no estaba dispuesto a dárselo, quería querer a ________ como ella se merecía, pero tan sólo tener una mirada de Lizzie me hacía salir de la realidad y querer conocerla más.

Cuando se acercaba a mí comenzaba a ponerme nervioso y mi habla fallaba, justo como con ________ pero no quería aceptarlo.

Luego pasó el tiempo y se me presentaron más oportunidades de conocer a Lizzie a fondo y que con ________ no tuve casi nunca.

Ahora conocía más a California que a Gravity Falls.

Y estuve días convenciéndome de que sólo era un amor de verano, que era pasajero, que tarde o temprano se acabaría, y que su fecha de expiración ya había llegado.

Pero las palabras de Mabel llegaban a mi mente sin un sólo borrón, como si fueran mi frase de vida.
Así que decidí borrarlas yo para crear una nueva con Lizzie.

Entonces ________ pasó a ser un pensamiento de segundo plano para mí.

Y hasta ahora no me arrepiento.

Pero el que a mí me gustara Lizzie no significaba que quería perder a la ________ de antes. La chica divertida y platicadora, tierna, amable y sencilla. La chica amigable y con un corazón diferente al de todos los NorthWest. Pero ahora, aquí, estaba la ________ insegura, tímida y cerrada.

Un gran cambio.

Ya eran pasadas las nueve de la noche y nuestros invitados tenían que irse a su casa. Lo que me sorprendió mucho fue que los cambios de humor actuales de mamá ya no estaba tan presentes.

Mabel gritó un "Hasta luego" mientras sacudía la mano frenéticamente y sonreía como psicópata con su, ahora nueva y perfecta, dentadura sin frenillos.

Volvieron a conectar tan bien como lo recordaba.

Me limité a esbozar una sonrisa pequeña y ladeada al tiempo que sacudía la mano levemente en forma de despedida al ver entrar a Max y ________ en una muy impresionante limusina negra.

No me sorprendió. Ellos eran millonarios.

Luego de que se fueran, Mabel me jaló escaleras arriba hacia su habitación.

—¿Viste lo guapo que se puso Max? —inquirió con una sonrisa gigante y las mejillas coloradas. Ya se me hacía raro no escuchar algo así viniendo de ella.

—Se pintó el cabello —bromeé y recibí un golpe de su parte en mi hombro—. Bueno, bueno —me senté en su cama y me quité los zapatos que comenzaban a calarme.

—¿No fueron fabulosos?

Sólo me encogí de hombros sin prestarle mucha atención.

—¿Qué me dices de ________? —preguntó como de paso.

—La verdad, sigue siendo linda, como la recordaba. Un poco más tímida, pero linda, nah —respondí con indiferencia. Ya esperaba esa pregunta.

—¿Cómo que nah? —fingió ofenderse—¿No te gustó?

—¿A ti te sigue gustando Max? —respondí su pregunta con otra pregunta.

—Sí... —se sonrojó notablemente—¿pero eso qué tiene que ver?

—Eso prueba que tú sigues siendo esa niña pequeña loca de doce años, y yo, un chico mayor —di dos palamaditas en su cabeza—. Quiero decir que... no, ya no me gusta ________. Tú sabes quién lo hace ahora.

Mabel no parecía muy conforme con mi respuesta, así que sólo se cruzó de brazos y comenzó a quitarse también sus zapatos.

—¿Cómo es posible eso, Dipper? Tú no eres así, no cambias de postura ahora.

—Exacto. Ahora. No antes —respondí con desdén—. Antes era muy inseguro. Las personas cambian, Mabel. Además, sabes que aquel amor de verano era sólo eso.

—Que idiota, Dipper —y aquí venían sus palabras—. Cuando uno quiere de verdad, no es pasajero. No termina. Hay un principio pero no un final. Cuando uno quiere de verdad, es real y queda.

Y las palabras salieron de mi boca antes de reprimirlas.

—Entonces yo no la quería de verdad.

Y sólo escuché el portazo que dio Mabel al salir de la habitación y ese pequeño gritito desesperado cuando algo no le sale bien.

Pero a pesar de ser la mejor noche de su vida y nunca se callara, aquella confesión se iba a quedar entre nosotros. Porque por mucho que Mabel se enojara conmigo, siempre me guardaba los secretos como yo a ella.

Entre hermanos hay que guardar secretos, es de ley.

Conquistándote de Nuevo (Dipper y tú) #Libro2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora