Capitulo 7

7.7K 383 4
                                    

"Te quiero", susurró, y le dio un beso en la frente antes de seguir con el bizcochuelo.Esta vez lo hizo con amor y con una enorme sonrisa. Derritió chocolate y lo mezcló con leche condensada, lo untó por todo el bizcochuelo, pero antes lo abrió en capas y le colocó dulce de leche con chispas de chocolate. Sabía que a Lautaro le encantaba el chocolate, ella también compartía ese gusto en común.Luego, con mucha ternura y determinación, puso unas pequeñas chispas de chocolate de color blanco en forma de un número uno y un corazón al lado. Después borró su sonrisa al darse cuenta de que eso sería demasiado. Así que quitó el corazón y dejó solamente el número uno. Se sintió bastante nerviosa, sin saber cómo reaccionaría.Cubrió el pastel con una tapa y lo llevó junto a Lautaro cerca del sofá, porque estaba muy expuesto al borde de la puerta y de la barra. No quería que se enfriara y se enfermara."Qué tierna, cómo te preocupas por tu futuro esposo", comentó Melisa divertida mientras pasaba a seguir trabajando."¿Después te quedarás a comer torta?", preguntó Briana."¡Claro que sí!, ¿cómo me vas a preguntar eso?", preguntó divertida, y Briana se rió. "Mi mamá también ingresó"."¿Vamos a bañarte?", preguntó hacia Emma."¿A quién?", al escucharla hizo un berrinche."A ti cariño..""Pero me bañé ayer, tía"", dijoEmma."¿Y qué?, te tienes que bañar todos los días, además llegaste del jardín", respondió Briana."Pero no corrí, tía, en serio"", dijoEmma."No sé cómo, vamos a bañarte. De igual forma..""Ya, pero tía"", dijoEmma."Después iremos a comprar unos juguetes para el agua, ¿quieres?", preguntó Briana."Sí, me encanta", respondió Emma riendo divertida. Le gustaba consentirla, además, aunque era dinero del alquiler. Después Briana se puso a pensar en cómo sería Emma como su hija. Si vivieran juntas y si ella ya la criaba desde que era más pequeña. Se quedó pensando, incluso cuando nació y cuando Lucía estaba viva, ella también se encargaba de Emma.Lucía prefería ir al gimnasio en lugar de quedarse con su hija, y muchas tardes, Briana se quedaba con Emma por completo. Lucía se dio cuenta de que era una buena idea nombrarla como institutriz de Emma, y Briana no pudo negarse, no solo por el hecho de que siempre se preocupó por Emma desde que era un bebé, sino también porque el sueldo era maravilloso. Le pagaban mucho, y ella tenía el sueño de comprar su propia casa. Aunque ahora esos dólares estaban ahorrados y también había dado algo a su padre, especialmente a su madre, ya que su padre los había abandonado cuando eran pequeños, pero ella lo había vuelto a ver y lo había ayudado un poco. Quizás no se lo merecía, pero Briana tenía un corazón demasiado grande para decidir quién merecía algo o no. Siempre pensaba que las personas no éramos nadie para juzgar a los demás, que solo ellos conocían su propio pasado y que el único ser que podía juzgar era Dios.Cuando llegó la tarde, Emma estaba muy insistente en querer comer pastel, pero Lautaro no se despertaba. Aquello llamó la atención de Briana, quien se acercó a él."Lautaro, ya vamos a comer pastel", comentó con una sonrisa, y cuando acercó su dedo a su cuello, se dio cuenta de que su pulso era débil."¿Lautaro?", preguntó asustada, y llamó inmediatamente a una ambulancia."¿Pueden enviar una ambulancia, por favor? Mi esposo no tiene pulso", comentó asustada."¡Melisa!", gritó y fue corriendo."¿Qué pasa?", preguntó divertida, pero su rostro se volvió serio al ver la preocupación de Briana."Tiene el pulso débil"", dijoMelisa mientras se acercaba a él y lo tocaba. Ella estaba estudiando enfermería."Vamos a acostarlo en el suelo, tenemos que hacerle RCP", comentó rápidamente, y con dificultad, Briana y Melisa lo arrastraron al suelo. Melisa comenzó a realizar compresiones en el pecho de Lautaro."Su pulso se vuelve cada vez más débil", comentó Melisa asustada, mientras tenía sus dos dedos en su arteria."Estoy empujando lo más fuerte que puedo, Briana", comentó Melisa mientras sudaba, presionando su cuello."Maldición", protestó Briana mientras se tocaba el rostro, sin entender. Después, Briana le dijo a Melisa:"Déjame a mí". Comenzó a empujar con mucha más fuerza, haciendo compresiones sin parar, sin importarle las miradas ajenas, intentando salvarle la vida. Después, rendida y viendo que su pulso no mejoraba, le pegó un puñetazo en el pecho."¡Maldición, despierta!", comentó, y Lautaro empezó a toser. Briana suspiró aliviada."Briana", preguntó Lautaro confundido."Casi te mueres, tenías el pulso débil. ¿Qué demonios?", preguntó Briana."No lo sé", comentó con dificultad mientras se sentaba."Esta niña te salvó la vida", comentó Melisa señalando a Brianna."No, en realidad, ¿quién empezó?""Gracias, Briana", comentó Lautaro completamente agradecido de que ella le hubiera salvado la vida. Melisa no la dejó hablar para que Lautaro pensara que fue ella quien tuvo la iniciativa, pero en realidad todo fue Briana. Melisa se alejó y Briana se quedó perpleja en el momento en que Lautaro la abrazó."Sentir tu abrazo ha sido todo lo que he soñado durante tantos años"", dijoBriana. "He soñado con saber cómo es tu calor corporal, cómo se sentiría tu rostro cerca del mío". Ahora lo comprobaba. Estiró sus manos y acarició su cabello. Sonrió porque se sentía con su corazón tan fuerte, latiendo con tanta fuerza. En ese instante, se sintió feliz. Feliz porque tenía a su lado a la persona que amaba, aunque el sentimiento no era correspondido."Gracias, Briana, gracias"", dijoLautaro. "Quería despertarte para saber si querías pastel", comentó, pero pronto llegó la ambulancia."Los doctores y enfermeros llegaron rápidamente hacia Lautaro y comenzaron a revisar sus signos vitales una vez que lo colocaron en la silla de ruedas."Él está bien", preguntó Brianna confusa."Sí, sus signos vitales están bien. Quizás estaba quedándose dormido o tenía una muerte súbita", comentó pensativo el doctor."¿Por qué?", preguntó Briana."A veces sucede en adultos mayores, pero él tiene una discapacidad, no es normal como todos nosotros. Sí, es posible que una persona sana experimente una muerte súbita. La muerte súbita se define como una muerte inesperada que ocurre de manera repentina, en general, en menos de una hora desde el inicio de los síntomas. Puede ocurrir en personas que aparentemente están sanas y sin factores de riesgo conocidos.La causa más común de muerte súbita en personas aparentemente sanas es la enfermedad cardíaca, específicamente la arritmia cardíaca grave. Algunas de estas arritmias pueden desencadenar un ritmo cardíaco anormal, como la fibrilación ventricular, que impide que el corazón bombee sangre de manera efectiva.Existen diversas condiciones que pueden predisponer a una persona a sufrir una muerte súbita, como anomalías estructurales del corazón, trastornos del ritmo cardíaco, enfermedades genéticas hereditarias, consumo de drogas ilícitas, ciertas infecciones, entre otros. Sin embargo, en algunos casos, la muerte súbita puede ocurrir sin una causa aparente o sin que se haya detectado previamente una condición subyacente.Es importante destacar que la muerte súbita es un evento trágico y poco común. Si tienes preocupaciones sobre tu salud cardiovascular o la de alguien cercano, es fundamental buscar atención médica adecuada para realizar una evaluación exhaustiva y recibir el tratamiento y seguimiento necesarios. ", explicó el doctor acercándose a Briana."Ya veo", comentó Briana."De ahora en adelante, tienes que mantenerlo vigilado. Tendrá que revisarse la presión y los signos vitales dos veces al día para asegurarnos de que él está bien"", dijoel doctor."Lo haré", respondió Briana.Alguien tiene que vigilarlo mientras duerme. Quizás tenga apnea del sueño. Vamos a hacerle unas placas de igual forma, y ahora lo llevaremos al hospital. Pero necesito que alguien lo controle en el sueño, por si acaso", comentó Briana en un suspiro."Exactamente", respondió el doctor."Está bien, no tengo problema en vigilar su sueño"", dijoBriana."Bueno, nos marcharemos con él. ¿Vienes con nosotros?", preguntó."Tengo que cuidar a su hija", respondió Briana."¿Tienen una hija?", preguntó el doctor."Bueno, en realidad...", comentó Briana, pero se quedó en silencio al sentir la mano de Emma."Iré en mi vehículo", comentó Briana, sabiendo que tendría que llevarse a Emma."Briana, yo me quedaré con Emma", comentó Melisa."Está bien", murmuró Briana y subió a la ambulancia junto a Lautaro, quien en ese momento miraba sin comprender lo que ocurría a su alrededor.En cuanto la ambulancia llegó al hospital, lo internaron. Le pusieron suero por precaución y no le dieron alimentación mientras le realizaban estudios. Briana estaba preocupada por él, lo amaba y obviamente iba a estar preocupada. No quería perderlo en el primer día en el que celebrarían su compromiso. Tomó su mano, que nuevamente se había quedado dormida, y Briana suspiró. Ahora tendría que cuidarlo y sentirse útil para él, lo cual la motivaba a pesar de que pareciera lo contrario."¿Estás aquí?", preguntó Lautaro una vez que despertó."Lo estoy", respondió Briana con una sonrisa."Gracias por estar aquí, señorita Briana"", dijoLautaro."De nada", respondió Briana y soltó su mano."No me sueltes", murmuró Lautaro, estirando la mano y abriendo la palma."Bueno..."En cuanto llegaron a casa, el médico les dio el alta a Lautaro. Se veía bien y estable, pero sugirieron que alguien debería vigilar su sueño durante esa noche y la siguiente, por precaución."Vamos", comentó Briana una vez que llegaron a casa. Lautaro miró la hora y dijo: "Es muy tarde, es hora de dormir"."Primero quiero comer pastel", comentó divertida Briana mientras se acercaba a la cocina y cortaba un trozo para ella y otro para Lautaro. Melisa se encontró en la habitación de Emma, quien se había quedado dormida. Briana le había mandado un mensaje para saber cómo estaba y ella le había dicho que tenía sueño y se dormiría en la habitación contigua."Esto está muy rico, Briana. Sabes hornear muy bien un pastel"", dijoLautaro."Gracias", comentó Briana avergonzada. Uno de sus sueños siempre había sido ser repostera y tener su propio negocio de pasteles."Deberías dedicarte a esto", comentó Lautaro de repente, mientras saboreaba su cuchara."¿Tú crees?", preguntó Briana con una sonrisa tímida."Claro, el pastel no solo está parejo y perfecto, sino que tiene unos sabores únicos que nunca había probado. Está riquísimo", afirmó Lautaro."Eso es gracias al chocolate", comentó Briana humildemente encogiéndose de hombros."Pero me parece que está muy rico", agregó Lautaro."Bueno, como tú digas, Lautaro", comentó Briana divertida, y él se rió."Sé que quieres ser humilde y no admitir que sabes cocinar, pero te quedó muy rico"", dijoLautaro apreciando el esfuerzo de Briana."Es uno de mis sueños", susurró Briana pensativa mientras pinchaba el pastel y comía."¿Ser repostera?", preguntó Lautaro."No, ser astronauta", comentó Briana sarcásticamente y se rieron."Está bien, ya sé la respuesta"", dijoLautaro."Siempre fue mi sueño desde niña. Me gusta hornear pasteles junto con mi madre, aunque ella siempre me regañaba porque decía que soy desordenada y que para ser cocinera tengo que ser ordenada", explicó Briana."Eso es cierto, has dejado todo sucio y Melisa tuvo que limpiar", comentó Lautaro señalando la barra."Sí, soy un desastre para la limpieza", admitió Briana suspirando."¿Y?, puedes tener a alguien que te limpie mientras tú cocinas", preguntó Lautaro."Pero necesito dinero para eso, Lautaro. Es una buena inversión", respondió Briana."Te lo daré, de igual forma serás mi esposa", comentó Lautaro encogiéndose de hombros."¿De... verdad...?", preguntó Briana tartamudeante, mirándolo a los ojos."Claro, cerca de aquí hay un local. Lucía quería abrir algo de estética y no sé qué más, pero el proyecto quedó en nada. Solo quedó un salón vacío, pero es enorme, con un gran vidrio", explicó Lautaro."¿Hablas del local que está a dos cuadras y está en una esquina?", preguntó Briana."Sí, ese es mío"."Siempre soñé con tener una pastelería en ese lugar"", dijoBriana asombrada."Si tanto lo quieres, te lo doy", comentó Lautaro."¿De verdad?", preguntó Briana con dudas."Sí, Briana, puedes empezar ahí. También te daré el capital para que compres todo lo que necesitas. Sé que lo invertirás de buena manera, a diferencia de Lucía. Tú eres muy responsable con el dinero, lo veo en ti"", dijoLautaro."Es la primera vez que no dices algo bueno de Lucía", comentó Brianna sorprendida."A pesar de eso, a Lucía le quedaba perfecto. A pesar de que le gustaba gastar mucho dinero, siempre se vestía elegantemente y le gustaba demostrar que las joyas estaban hechas para ella. Nada le quedaba mal, incluso una bolsa de basura le quedaba perfecta con su tono de piel y sus ojos verdes esmeralda", añadió Lautaro."Claro", comentó Briana, sabiendo que nuevamente hablaría de su difunta esposa."Además, Lucía era de esas personas que deslumbraban con su mirada. Estoy hablando de una forma tan dulce y a la vez...", continuó Lautaro."Comprendo que tu mujer era perfecta", comentó Briana, sintiendo un trago amargo en su voz.Lautaro siguió hablando de Lucía, de lo bonita que era, de lo perfecta que era, de la manera en que le gustaba ir al centro comercial, las veces que le daba regalos e incluso tocó el tema de su vida sexual. Esto hizo llorar a Briana y tuvo la tentación de golpear la pared. Lautaro no sabía que ella lo amaba con todo su corazón. Quizás si no fuera así, él no hablaría de esa manera de Lucía. De todas formas, decidió marcharse."Me iré a dormir", comentó Briana, queriendo salir por la puerta."Briana", llamó Lautaro."¿Sí?", respondió Briana, recordando que tenía que vigilar los sueños de Lautaro.

Contrato con el viudo paralíticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora