Ali estaba como una hoja sobre las aguas de un río, cada gesto de Jonathan le agradaba, su ojos brillaban cuando la miraba y su sonrisa era más que exquisita. Fue sin duda alguna, la noche perfecta hasta que una llamada la saco de sus pensamientos.
Ali: hola
Del otro lado de la línea: ¿donde estás?
Ali: ¿mami? ¿eres tú?
La voz era un poco aguda y desenfrenada.
Del otro lado de la línea: claro que sí, soy Alessandra. Contestame por favor ¿donde estás?
Dijo desesperada
Ali: estoy en un restaurante
Alessandra: ¿en un restaurante?
Ali: sí mami, estoy en un restaurante.
Alessandra: ¿sola?
Ali: no, no estoy sola.
Alessandra: Ali, ¿con quién demonios estás?
Alessandra estaba muy alterada Ali lo notaba en su voz. Por vez primera, escuchó a su madre preocupada por ella.
Ali: tranquila mami, estoy con el socio de mi padre, Jonathan.
Fue evidente el cambio en Alessandra, Ali escucho a través del teléfono como ella volvía a respirar.
Ali: mami ¿estas bien?
Alessandra: sí Ali estoy bien solo me preocupa que te pase algo malo.
Ali estuvo a punto de ponerse a llorar de la emoción que sintió al escuchar que su madre se preocupaba por ella aunque fuera solo un poco.
Alessandra: Ali, por favor pásale el móvil a Jonathan quiero hablar con él.Ali le pasó el teléfono a él y aprovecho para ir al tocador. Quería darle privacidad para que hablará con su madre.
Ali se fue al tocador y entonces Jonathan habló con su la madre de Ali
Jonathan: hola Alessandra
Alessandra: hola Jonathan ¿Ali está bien?
Jonathan: sí, lo está.
Alessandra: ¿no le has dicho nada verdad?
Jonathan: claro que no, eso es algo que ella debe saber por Marcos y por tí, no por mí.
Alessandra: gracias por ser tan comprensivo.
Jonathan: de nada. Aunque creo que ella tiene todo el derecho de saberlo.
Alessandra: lo sabemos pero no es tan fácil. Marcos no ha tenido el valor de hablar con ella cara a cara y yo no podría.
Jonathan: entiendo que es algo complicado pero mientras más tiempo duren sin decirle es peor. Ali no es una niña, ella entenderá.
Alessandra: hay radica el problema que ya no es una niña y no queremos perderla.En ese preciso momento llegaba Ali del tocador y Jonathan se olvidó de que Alessandra seguía hablando por el móvil, en su mundo solo existía Ali con sus pasos inocentes pero a la vez sexuales que estaban volviendo loco a Jonathan quién de forma automática dijo en un susurro: sin duda alguna, ya no es una niña.