Descubrimientos

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"Como cuando te pones a pensar en la lógica del destino y te chocas con ese tipo de personas..." se decía a sí mismo mientras bebía de su café una tarde soleada desde el balcon de su departamento en una ciudad desconocida. Leonardo de 25 años pasaba sus delgados dedos por su pelo negro corto, era alto y delgado, un tanto callado incluso podría considerarse como un chico inadaptado a quien le gustaba todo tipo de cosas relacionadas a ciencia o literatura lo cual lo había alejado de una posible vida social sin embargo no era asi era sierto que gustaba de curiosear de todo un poco por lo que lo llevo a compartir poco de si mismo con los demas por temos al rechazo; pero gracias a su atractivo pudo hacerse de amantes casuales con las que no necesitaba compartir mas que la necesidad de tener sexo.
Un día mientras caminaba por una calle adoquinada se puso a pensar sobre la lógica del destino: "Nacer, crecer, reproducirse y morir ¿Es el único modo de seguir el destino de la vida? Pienso que quizá sea hora de buscar una mujer para poder cumplir con esa linea... pero, qué clase de destino es tan carente de... ¿de qué?" Pensó, recordó que hace un tiempo atrás una amiga suya le había hablado de lo que había soñado la noche anterior, de como su amiga se había casado con el hombre de su vida en una boda de ensueño, le dijo que en aquel escenario había un aura qur no podía describir pero que la hacia muy feliz... "será algo desconocido" se dijo a si mismo. Mientras divagaba sobre lo "desconocido" se topó con un pequeño niño solitario que lloriqueaba, repetía: -tío Miki, tío Miki- Leonardo lo miró sin prestarle mucha atención y decidió pasar de largo cuando de pronto sintió el choque de un cuerpo, de un nuevo aroma, de una nueva temperatura y de por si era como si algo en él se desiquilibrara, como si sus piernas convertidas en humo sedieran a la gravedad entregándolo al tacto frío de la calle adoquinada.
-¿Estás bien?- una voz profunda lo distrajo de su dolor. Leonardo lo miro sorprendido mientras frotaba sus nalgas: -si, gracias- el hombre desconocido lo miraba de forma tierna y preocupada mientras intentaba limpiar su saco: -no me fije, es que estaba buscando a mi sobrino y en la desesperación no te ví- a lo que el pálido respondió: -no... no te preocupes no fué grave- al contemplarlo mas se dió cuentaque aquel tipo en realidad era un hombre de tez morenade unos 30 años aproximadamente, de ojos grandes y su pelo melenudo ligeramente ondulado se alborotaba con el viento pero lo que le llamó mas la atención era la sonrisa que esbozó al momento en que le dijo: -mi nombre es Miguel, soy dueño de la cafetería del frente si quieres puedes pasar un día para poder compensarte- le guiñó el ojo y se dio vuelta para regresar por donde había venido. Leonaedo se quedó en blanco... como si aquella fuerza que le hubiera golpeado unos minutos atrás se ubiese llevado algo de él...
Penso: "como cuando crees que toda una vida se condiciona a un destino... aparecen fuerzas como él que te muestran un poco de universos desconocidos" sonrió para si mismo y cuando reaccionó continuó su camino hacia el alberinto que se contruía al ponerse el sol en aquella ciudad.
Los dias que vinieron después del primer encuentro transcurrieron en total divagaciones sobre la impresióm que le había causado aquel hombre y su singular sonrisa. Mientras bebía café... mientras comía chocolate... al leer un libro o, incluso, cuando se disponía a dormir en la bañera pensaba en la fuerza que emanaba Miguel. Tiempo atrás jamás se había interesado en algún hombte y mucho menos de la manera en que le prestaba atención. Tiempo atras mientras recorría las galerías de arte de una vieja amiga suya conoció a un joven artista del cual se hizo amigo pero con el pasar de los meses el joven le propuso tener una relacion pero el le rechazó argumentando una heterosexualidad que ni a él mismo lo convencía: "no es que no sea gay... no me atrae nadie en realidad" le dijo, el joven lo miró con tristeza y desapareció de su vida de la misma forma en que había llegado. Leonardo se frotó sus mejillas pálidas y decidió ir a visitarlo para aclarar su mente, sentía que si lo volvía a ver podría saber en qué consistía la presencia de Miguel y porqué, desde la caída, había perdido algo que no sabía que tenía hasta ese momento.

 Leonardo se frotó sus mejillas pálidas y decidió ir a visitarlo para aclarar su mente, sentía que si lo volvía a ver podría saber en qué consistía la presencia de Miguel y porqué, desde la caída, había perdido algo que no sabía que tenía hasta es...

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**** la imagenes no son autoría mia pero las tomé para acompañar la historia

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**** la imagenes no son autoría mia pero las tomé para acompañar la historia... espero que sea de su agrado 😉😉😉 por sierto la historia continua hacia abajo 👇👇 nuevamente gracias!

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