El beso

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Miguel se había percatado del nerviosismo del hombre que tenía delante de él: "aún es bastante jóven en lo que se refiere a los sentimientos" se acercó nuevamente al hombre para observarlo mejor, notó que la piel de sus mejillas era suave y delicada que adquiría una hermosa tonalidad cada vezque se sonrojaba; Miguel sonrió, deseó acariciarlo pero se contuvo.
- anda, relájate, no te comeré jajajaja
Su compañero ttagó saliva y se puso a temblar: - ¿en realidad tienes 25?
- ¡claro que sí!
- entonces... ¿porqué te pones nervioso?
- es que... estas muy cerca- Miguel sonrió al escuchar la respuesta de Leonardo.
Apartó la silla de la mesa y se sentó sobre su regazo, estando frente a él se detuvo a contemplarlo por unos segundos entonces se decidió a acercarse al lado izquierdo de su rostro y, casi rozándolo, le dijo: - te enseñaré lo que es estar cerca- besó dulcemente su mejilla mientras sentía la calidéz de su pareja.
Tomó el posillo que reposaba en la mesita de a lado y sin moverse del regazo de Leonardo le dijo con voz dulce: - ¿estás listo?- acarició suavemente la barbilla de su compañero y con una cucharilla tomó un poco del postre:
- quiero que te concentres y sientas lo que voy a darte ahora.
Pasó la cucharilla suficientemente cerca de la nariz de Leonardo para que sienta el aroma del postre: - ahora abre la boca- le dijo mientras acariciaba con su pulgar los labios de su pareja el cual obedeció al instante y le dió de comer. Miguel se quedó mirando fijamente los labios del jóven: "por dios... ¿sabrá lo que puede provocar en los demás?" Eran unos labios algo delgados, suaves y pálidos con sierta tonalidad rosa que al mancharse con los rastros de chocolate del postre provocaban más al que los miraba, se acercó peligrosamente a él mientras Leonardo se mordía el labio en un intento de limpiarse pero al no lograrlo Miguel tomó la iniciativa y pasó un dedo por el objeto de su deseo y se lo lamió.
- esto es delicioso...- dijo Leonardo miemtras levantaba sus brazos para desatar la venda, Miguel lo vió sonrojado: - realmente esto es más delicioso de este modo...- De pronto un golpe le quitó la palabra de la boca, era algo suave y dulce que se apretaba y se frotaba contra sus labios. Cuando tomó consiencia de sí mismo vio como Leonardo intentaba besarlo pero sin éxito ya que sólo apretaba su boca contra la suya.
Miguel con delicadeza lo apartó de sí mismo y vió como Leonardo se sonrojaba más:
- este... yo... no quise... debo irme- i tentó mover a Miguel de su regazo: - mírame- tomó con ambas manos el rostro de Leonardo: - sí que eres jóven... te enseñaré a hacerlo- posó su boca lentamente sobre la de su pareja y lo presionó, poco a poco empezó a moverlos haciendo que Leonardo le siguiera el ritmo, chupaba suavemente sus labios que aún tenían el dulzor del postre y ahí fué cuando se percato que su pareja se había relajado, incluso había cerrado los ojos y se dejaba guiar por él. Al verlo en ese estado se decidió a besarlo un poco más fuerte, introdujo su lengua dentro de la boca de Leonardo mientras su respiración se agitaba, masajeaba su lengua con la suya y cuando no lo hacía lo mordía y lo chupaba con un poco más de fuerza.
De pronto sintió como las manos de Leonardo se posaban temerosas sobre sus hombros, decidió acercalo más hacia su pecho por lo que lo abrazó con fuerza y se dispuso a acariciar su espalda y la cintura de su compañero. Sintió como de a poco se le escapaba gemidos, se dió cuenta que Leonardo ya le seguía el ritmo y que incluso quería aún más, apenas logró separar sus labios de los suyos y se percató que aquel jóven había entrado en trance, intentaba besarlo nuevamente mientras su agitación se hacía evidente. Lo miró y mientras le daba pequeños besos se dio cuenya que quería todo de él, se levantó y levantó a su amado de la silla para poder sentarse él, jaló suavemente al joven y lo sentó sobre su regazo y volvió a besarlo y a acariciarlo...
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- Miguel... ¿se encuentra bien?- Miguel reaccionó:
-que... que pasa...
- esta muy sonrojado y te perdiste por unos 5 minuros...
- ya veo... perdóname- dijo el hombre todo sonrojado y nervioso: "pero ¿qué es lo que acabo de soñar despierto?"
- Por sierto el postre esta bastante agradable... posee sierto sabor a cítrico que combina muy bien con la cremosidad del chocol...
Miguel lo miraba atónito, no podía creer lo que acababa de soñar, miró nuevamente los labios de Leonardo: "todo es culpa de esos labios"...

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Esa Sonrisa Tuya (Yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora