Capítulo 6

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- Levantate!! - ordenó alguien.

Entreabrí los ojos y supe quién era.

Bruno.

- Dejame dormir al menos - susurré debido al dolor que aún tenía en la pierna.

La bala sigue ahí y nisiquiera me la ha sacado.

- Que te levantes!! - me alzó tomándome del brazo con mucha fuerza.

- Me duele!! - me quejé.

- Alegrate es probable que tus "papis" paguen por tu jodido rescate.

- Hablaste con ellos? - me alegré.

- No por eso te quiero despierta hablarás con ellos.

- Lo haré - acepté desesperada.

- Ahora si tienes miedo no? - se burló.

Lo ignoré mientras el llamaba a mis padres, lo puso en altavoz y escuché la voz de mi padre.

No estaba tan contenta con él pero debía pedirle ayuda, sólo él puede ayudarme.

- Tenemos a su hija.

- Qué? - exclamó mi padre.

- La tenemos secuestrada si no nos paga 500 000 000 € la mataremos.

- No les creo nada y tampoco les pagaré esa cantidad - rió fuerte.

Bruno me miró esperando a que hablara y lo hize.

- Papá tienes que ayudarme me tienen secuestrada desde hace días, no puedes dejarme aquí.

- Nadine?

- Si soy yo tienes que sacarme de aquí no soporto estar más aquí, es un lugar horrible porfavor ayudame - solloze.

- Sacaste el dinero que depositaron?

- Como puedes preguntarme eso?

- Responde - exigió enojado.

- Si joder pero me quitaron todo.

- Entonces no puedo ayudarte.

- Qué? - me sobresalte.

- Fué un gusto ser tu padre adiós para siempre - colgó.

- No!!! - grité fuera de control.

- Basta - me arrebató el celular.

- Vas a matarme, cierto? - lo miré aterrada.

Me quedé quieta mirando como se quitaba la máscara, estaba tan aterrada y noté como su máscara negra caía al suelo lentamente.

Era moreno o tal vez lo veía así porque soy demasiado blanca, sus ojos eran verdes y su cabello ondulado.

Si no fuera mi secuestrador diría lo guapo que es, pero Bruno es malvado y no lo conozco tanto pero no creo que tenga compasión por alguien.

Examiné bien su rostro sonrió malvado al ver que me quedé embobada mirándolo.

- Terminaste de examinarme? - alzó una ceja.

- Porqué te quitaste la máscara?

- Creí que eras más inteligente y lo habías comprendido.

- No comprendo - negué con la cabeza.

- Has visto mi rostro ahora no vivirás para contarlo - explicó seriamente.

Las lágrimas comenzaron a salir sin detenerse y todo se salió de control, Bruno sacó del pantalón algo que no podía ver bien debido a las lágrimas.

Luego me dí cuenta que era una pistola de un tono dorado lo único que pude hacer fué cerrar los ojos.

Probablemente éste sería mi fin y no puedo evitarlo moriré de todos modos.

- Despidete de todo - rió como psicópata.

Escuché un ruido muy fuerte y luego mucho dolor en el pecho, sentía varios balazos en todo el cuerpo y me desvaneci cerrando los ojos tal vez para siempre.

Síndrome De Estocolmo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora