Escuchaba el sonido del agua gotear mis ojos se abrieron lentamente, me desesperé al ver todo oscuro y comencé a gritar.
- No veo, no veo - susurré desesperada.
Acaso estoy ciega que me pasa porqué todo está oscuro?
Todo seguía oscuro y se me dificultaba respirar, inmediatamente recordé lo que había sucedido.
El asalto, las personas gritando, balas, muerte.
Sollozé desesperada al sentir mis manos atadas y mis muñecas dolían, me habían secuestrado y nisiquiera veo nada no sé dónde estoy.
Que será de mí ahora probablemente van a torturarme o harán lo que quieran conmigo luego me matarán.
No quiero morir joven y aunque odio a mi familia por ser tan engreídos mucho peor que yo, quiero vivir no merezco morir de esta manera no quiero.
Sentí que me quitaban algo de la cabeza y pude ver todo, había un hombre todo cubierto de negro y con una máscara negra también.
- Dejame ir maldito!! - lo insulté enojada y recibí un gran golpe en la mejilla derecha.
Me ardía entonces me percaté de que estaba sangrando gracias al golpe.
- Eres un monstruo, muerete!! - no me importó y seguí gritándole.
- Cierra la boca si no la que terminará muerta serás tú.
- No puedes matarme - negué.
- Viste como maté a esa chica? si no te callas así te mataré a ti también.
Me quedé callada por miedo a que hiciera lo mismo, no conocía a este chico y tampoco deseaba hacerlo.
- Me voy y si no te callas vendré a golpearte sin piedad alguna - cerró la puerta con fuerza haciéndome brincar del susto.
Por dentro tengo tanto miedo de lo que puedan hacerme porque no quiero morir aquí, este lugar es horrible y aterrador.
Las paredes están llenas de lama, hay un olor horrible, las paredes tampoco tienen color y ratas por doquier.
Odio tanto a las ratas les tengo tanto miedo.
- Ayuda!!! - grité atemorizada.
La rata cada vez se acercaba más a mí e intenté retroceder pero no podía, estaba encadenada y ya no podía hacer nada para huir.
La puerta se abrió y entró el mismo chico pero enojado, podía oír su respiración agitada y entonces me abofeteó tirándome al suelo.
- Te dije que te callaras o si no sabes lo que te puedo hacer - sacó la pistola y me apuntó en la frente.
Solloze con tanto miedo porque tal vez iba a matarme ahora si, escuché un balazo y mis ojos se cerraron.
ESTÁS LEYENDO
Síndrome De Estocolmo.
RomansaEra la típica chica que cree que tiene todos sus pies gracias al dinero, creía que con mi belleza rubia era suficiente, me sentía tan superior a los demás y aveces hasta humillaba a las personas. Era tan avara solo me interesaba el dinero y el poder...