10- La Carrera

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KARSTEN

La carrera eran 10 vueltas y Ginger iba en segundo lugar, yo estaba muy concentrado y a mi lado tenía a Laura... de nuevo.

Los comentaristas hablaban mucho de Ginger, dicen que maneja con mucha seguridad y que eso es bueno.

Después de las primeras cinco vueltas los corredores hicieron la parada en los pits.

Vi a Ginger sumamente feliz, lo cual me hacía feliz a mí.

Debo decir que no sé en qué momento pasó, pero la tal Laura me besó. Instantáneamente miré hacia Ginger y ella me veía y en su rostro podía ver la decepción y la tristeza.

GINGER

Me subí al carro nuevamente y me sentía enojada y con ganas de llorar, pero no pretendía hacerlo, lo único que haría sería ganar la carrera.

Yo mantenía mi posición y el carro que iba detrás de mí varias veces trató de golpearme, pero yo lo esquivaba a tiempo.

Llegó un momento donde estaba concentrada en subir a la segunda posición y es cuando siento el golpe que me hace patinar en la pista, pero no me sacó del todo.

Escucho a los comentaristas:

¡Parece que Ginger ha sido sacada de la carrera!

KARSTEN

En el momento que vi el carro de Ginger patinar en la pista creo que mi vida se detuvo. De solo pensar que le podía estar herida no podía estar tranquilo, pero entonces vi la mano de Ginger saludando a el público y me relajé un poco.

Fue entonces que recordé una pequeña conversación entre Ginger y otro corredor, donde él le decía que muchos cazatalentos estaban interesados en ella debía al tiempo que hizo en la práctica antes de la carrera. Quería golpear al tipo por haber sacado a Ginger de la pista, pero no podía hasta que terminara la carrera.

GINGER

Nunca bajé del carro, solo saludé al público, yo tenía todas las intenciones del mundo de continuar esta carrera y así lo hice. Volví a encender el motor y aceleré a todo lo que podía.

Escuchaba los gritos de todo el mundo y al comentarista:

¡Ginger, ha vuelto a la pista, terminará la carrera!

Yo iba una o quizá dos vueltas por detrás de los demás, pero confiaba en que podía alcanzarlos.

Cuando la carrera terminó yo quede en tercera posición y me sentí muy orgullosa de mí, pues quizá otro no hubiera seguido la carrera.

Después de recibir la medalla, algunos cazatalentos se me acercaron diciendo que tenía un gran futuro en las pistas y que podía ser mejor de lo que yo pensaba.

- ¡Gin, felicidades! - me felicita Brandon y yo lo abrazo.

- Lo hicimos, Brandi - le digo al oído

- Esa es mi niña - dice el tío Brandon

- Gracias

Escucho un alboroto y dirijo la mirada hacia la fuente del mismo, era Karsten discutiendo.

- Tú fuiste el imbécil que sacó a Ginger de la pista - decía Karsten.

Miré a quién se lo decía y era el tipo que antes de la carrera me había hablado.

- ¡Sí!, fui yo - dice el tipo

Karsten estaba a punto de golpearlo, pero a mí ya se me había subido el apellido a la cabeza y me metí delante de Karsten y fui yo quien le pegó.

- No te metas conmigo - le digo al tipo que tenía cara de sorpresa, quizá no le pegué tan fuerte como un chico, pero al menos lo sorprendí.

Entonces veo en mi panorama a Laura y voy hacia ella y le doy una cachetada.

- Con él no - le digo

- ¡Estás loca! - me grita

- Ja, piensa lo que quieras

Miré a Brandon que me miraba con una sonrisa cómplice y se me acercó.

- ¿Alguien más a quién quieras pegarle? - me pregunta

- Creo que no

- Bien, Gin ahora relájate y deja que Karsten te lleve a casa... por favor no le pegues.

- Está bien

Fuimos al departamento de Karsten a buscar unas cosas que olvidé, cuando entramos me quedé mirándolo.

- ¿Puedes decirme qué fue lo que pasó?

Él suspiró - Ginger... te lo juró no sé qué pasó ni en qué momento pasó, no tengo nada con ella ni siquiera la conozco, además...

- Además... ¿qué?

- Además la persona que me gusta eres tú... no sabes lo fatal que me sentí cuando vi tu mirada después de ese beso.

- Creo, creo que me gustas, Karsten, pero no puedo salir con alguien a quien no le gusten las carreras.

- No, Ginger, hoy entendí algo. Me di cuenta que es decisión de cada persona lo que quiera para su futuro, yo no puedo hacer nada por impedirlo. Era decisión de Alexa y no mía y además no siempre debe terminar igual.

Harás Lo Que Yo DigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora