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Capitulo 2 -Intentando recordar lo olvidado-

Capitulo 2 —Intentando recordar lo olvidado—

Pov. Abigail

El sentimiento de ahogamiento no es el mismo del de mi desesperación, mis ojos no soportaban el agua salada en ellos, mi respiración agitada, mis brazos y piernas intentando soltar un pedazo de metal que me jalaba hacia lo mas profundo, el agua entro por mi boca y mi respiración fue cortada en seco, con la angustia encima, pude desatar el metal que se hundió en la plena oscuridad del agua, mi cuerpo no quería responder, quería morir en paz si eso sucediera, justamente este no es el momento adecuado.

Con todas mis fuerzas nade hacia la superficie, al sacar mi cabeza del agua, pude sentir que el oxígeno llego nuevamente a mis pulmones, todo a mi alrededor está lleno de humo y trozos del barco, no veo ni a los sirvientes, ni al capitán y menos a Lawler; por el humo y el olor a droga en el aire comencé a marearme, nade hasta un medio colchón e inmediatamente recosté mi cabeza en él. Al pasar unos minutos pude volver a ver con claridad, vi a lo lejos un pequeño yate, se estaba acercando al lugar del desastre, hay varios hombres con metralletas y vestidos de negro rodeando a otros dos, en la parte frontal del yate hay un símbolo que conozco muy bien.

Nuevamente me hundí en el agua y trate de nadar lo más lejos posible, lastimosamente no se pudo, el yate paso a mi lado y dos manos me subieron a la superficie, tirándome al suelo de este, comencé a toser como una loca, el agua había llegado a mis pulmones y no es la mejor sensación del mundo, los hombres de negro a mi alrededor me apuntaron con sus armas y los otros dos se pararon enfrente de mí, con el brillante sol y con mi tos sin control no puedo ver sus caras con claridad.

—La pequeña Smith por fin se hizo presente y no en las mejores condiciones ¿Cierto querida? —Realmente su voz me suena familiar pero mi cabeza no puede encontrar los recuerdos, su voz es gruesa e intimidante, se hace resaltar, simplemente intento detener mi desenfrenada tos.

—No ve que no puede hablar jefe, está tosiendo como una desquiciada sin remedio —No fueron las palabras más amables que he escuchado de una persona pero siendo sincera nunca he escuchado palabras más agradables hacia mi persona.

—No recuerdo haber pedido tu opinión Brad ¿O sí? —El tipo "amable" se quedó callado por varios segundos, como si tuviera una conversación con su conciencia pero finalmente se retiró haciendo un asentimiento con su cabeza, por fin pude dejar de toser.

—Bueno pequeña Smith ha llegado tu hora, quieres decir tus ultimas palabras o simplemente te mueres y ya ¿Qué eliges querida? —Opto por quedarme callada, armando un plan para desarmar a seis hombres y a dos tipejos en un solo minuto, la estatura de los hombres de negro, no me ayuda mucho y el hecho que son muchos tampoco, el yate es lo único a mi beneficio y el hecho de que hay uno menos en el circulo también, lo único que va a salir de mi boca serán cuatro palabras.

—Espero que sepan nadar —El viejo me miro confundido, mas para mi beneficio, con mis manos agarre la ametralladora del hombre que estaba a mi lado derecho, el hombre como acto reflejo comenzó a disparar, alce la ametralladora haciendo que las balas las recibieran tres de ellos, me levanto de un salto del suelo, lo golpeo con su propia arma, el del lado izquierdo lanzo una patada hacia mi cara, me agache, el tipo de mi derecha lo recibió por mí, barrí los pies de los dos sujetos, como consecuencia cayeron al agua, el último hombre me dio un patada en el estómago cuando estaba distraída, dejándome unos cuantos segundo sin aire, este aprovecho y me tumbo al suelo, recupere el aire y seguí con mi plan.

Me impulse con mis brazos desde el suelo y con mis dos piernas le di una fuerte patada que lo empujo fuera del yate, ya sin hombres recogí la ametralladora y le dispare al viejo enfrente de mí, por fin sin amenazas a mi alrededor.

El siguiente paso de mi exquisito plan es robar el yate, buscar a Lawler y llegar a la frontera de Estados Unidos, los demás no me interesan en lo absoluto, no me ayudaran a mi siguiente jugada y con los brutos que son, solamente estorbarían. Dirigiéndome al mando del yate me detuvo una voz  

—No tan rápido niñata —Un sujeto me esta apuntando con su arma en mi cabeza y con un cuchillo en mi espalda, estoy de espaladas así que no puedo ver su perfil para buscar debilidades, que no crea que me voy a dejar vencer de un sujeto que pareció de la nada.

—Muy tarde sujeto —Volteo y disparo a su pierna, el sujeto ni se movió, lo siguiente que escuche fue un disparo y no específicamente lo tire yo. Desde ese momento me desconecte de esta vida.