Me encuentro en el auto de alguien más,
soy el copiloto,
no puedo manejar.
Solo me toca ver las luces de ciudad,
admirar el paisaje
y dejar todo pasar.Sentado en la orilla
no tengo el derecho de tocar,
vivo al borde
sin rebasar la línea.
Después de un rato
te cansas de estar,
quieres pararte
y tener tus pies para caminar.Si miras bien entre las líneas
te darás cuenta de que no hablo de un viaje,
pues hablo de mi propia libertad;
un silencio que grita en la tranquilidad
un quejido sordo,
un blues en la oscuridad.Quería sentir como los demás,
llenar mis venas de vibras,
las piedras, las fibras,
las plantas en la tierra,
mis pies en la arena.
Todo fue demasiado rápido,
no pude disfrutar
estaba sedado.Por más que intentará
no podía ayudarme
estaba triste,
no podía evitarlo.Todo lo que deseaba,
lo que siempre había anhelado,
nunca podía pertenecerme
tenía que conformarme
con amor barato.
No es un reproche
no me malintenciones,
yo quería quererle
a su lado mantenerme.Me tenía que conformar
con tan solo mirar,
ver su rastro pasar
su sonrisa admirar.
En las noches negras
era cuando más anhelaba,
imploraba un milagro
un rayo en la tempestad.Pero sigo aquí sentado
ahora a kilómetros de distancia,
debo tomar mis cosas
y volver a mi hogar.
Retorno con las manos vacías,
con un corazón más roto,
un anhelo más fuerte,
y una apuesta floja.Espero estés leyendo más a detalle,
imploró que me escuches.
Al menos espero esta vez
que me leas,
ojalá algún día lo hagas
espero que me entiendas.Eran todas estas cosas de mi
con las que tenía que sobrevivir,
este sentimiento de insatisfacción
con el que debía sufrir.
Y a pesar de la confianza que me construí,
aún así nunca pude llamar tu atención,
nunca te pude hacer sonreír.Después de tener que aceptar
que debía vivir con su carencia,
caí en la cuenta
de que no podía sentir;
todo me era indiferente
las rosas, los billetes.
Era como estar
de algún modo incompleto,
porque aunque tuviera todas mis piezas
algunas no me encajaban.Con los ojos vendados
me di el lujo de caminar sobre fuego,
a pesar de el dolor
comprendí que debía pasar.
Ya entendí el mensaje
por favor déjame despertar.
Esto no es un sueño,
es una horrible pesadilla
por favor déjame descansar.
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STORIES
Short StoryUna recolección de pequeñas minificciones publicadas en mis redes sociales. Pequeñas historias de fragmentos de vidas ajenas, cercanas a la verdad.