SAILOR

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Tengo recuerdos tuyos muy míos,
cosas que no he sido capaz de sacar
porque después de toda la terapia
quedan los miedos del amar.

Me tuviste abajo por muchos años
a veces me preguntaba si me querías,
toda esa inocencia la rompiste con violencia
y es tanto lo que podría decir
que Dios no tendría palabras para perdonar.

Y espero que estés en algún lugar
pidiendo a gritos por tu alma,
espero que donde estes
te perdones a ti por ser tan duro
por ser tan poco conprensivo
por haberme dolido.
Que encuentres un lugar tu paz
y que no interrumpas la mía.

Porque te equivocaste conmigo
pero así como no te di la oportunidad de verme caer
no te concedere el verme ganar.

Aún tengo pesadillas al dormir,
un mil de páginas sin escribir,
las píldoras para sonreír.
Pero que de eso te importa,
jamás lo hizo y ahora no lo hará
ni si quiera entiendes
que algunas noches no me puedo ir
porque y a pesar de haberlo hecho demasiado,
no te he llorado suficiente.

Ella no tenía derecho a que la destruyeras,
algún día al igual que yo
tenía un sentimiento más haya del amor.
Nosotros no debíamos saberlo
ellos no tenían porque entenderlo,
pero las veces que me puse de frente
que cerré los puños y fui valiente,
acabaron con todo.

No pido tu perdón
pues tampoco lo busco,
yo ya lo he hecho,
por mi te puedes ir si es que pudieras;
porque aun me tiemblan las manos,
aun se me va el aliento
porque todavía tengo miedo.

Hoy estoy orgulloso de quien soy,
los monstruos aún me persiguen
al menos pude ponerme de pie.
Tuve que aprender a la luchar por mi,
haciéndolo contra ti.
Debo agradecerte a ti
porque a tiempo me di cuenta
que todo lo que me dolía
con el futuro lo repetía.

Ya no puedes hundirme más
toque fondo hace mucho,
todas tus palabras quedaron en el mar
las enterre en la arena
y subí a buscar mi aire.
Ya no había nada que me atara al pasado
pero me quedo para recordarme
que debiste apostar por quien creyo en ti.

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