Hoy viniste, cómo lo habías hecho todos los días desde hace un mes, y yo seguía sin abrirte.
Hasta que hoy me decidí a hacerlo, enfrentandote por primera vez.Me percaté de que tus ojos tenían grandes ojeras, estabas más palido de lo normal, más delgado, esos labios que alguna vez tanto me había encantado besar estaban partidos y secos.
Cielos, Shawn, ¿qué te ha pasado?
"Por fin abriste"-dijiste tratando de darme un abrazo, el cual esquivé- "lo siento" -sonreíste incómodo- "sólo quiero hablar"
Asentí y te deje entrar.
Tomaste asiento en el sillón, comenzaste a decir que me amabas, que jamás habías amado a alguien tanto cómo a mi.
Me pediste otra oportunidad con lágrimas en los ojos.Y te la dí, Shawn.
Te creí, de nuevo.
¿Porque siempre vuelvo a caer?