Soñar

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Park JinYoung despertó sabiendo que por primera vez en mucho tiempo no necesitó dejar las cortinas abiertas para que entren las luces que decoran la ciudad e iluminen su habitación.

Despertó sabiendo que su único método para no estar dos horas inquieto en la oscuridad sin poder conciliar el sueño era compartir cuarto con Im Jaebum ¿Por qué? No tiene idea, pero con el cansancio que lleva encima no tiene intenciones de cuestionarse.

Preparó un poco de café para ambos, esperando a que Jaebum aparezca por el comedor, lo cual nunca sucedió, dejó escapar un suspiro y que el café se enfriara.






Conoció a Im Jaebum hace 8 meses gracias a Jackson Wang, lo invitó a beber, era un día de verano, de mucho calor pero que ni bien atardece empieza a soplar un poco de viento, el cielo se muestra decorado por estrellas, se escucha  música escapar de los bares y uno se olvida que llegó a hacer treinta y ochos grados y  se disfruta el pasar de las horas.

En ese entonces Jaebum se mostró distante con la mayoría que se encontraban en la mesa compartiendo vasos de suju, con el único que mezclaba unas cuantas palabras fue con Choi YoungJae, a él sólo lo conocía de vista, de cruzarlo unas cuentas veces en los pasillos, al igual que a Mark Tuan que estaba sentado enfrente, lo vio reírse de uno que otro chiste de Jackson, presenció el destello que se producía al encontrarse las miradas de ambos y sonrió por dentro, Jackson debía contarle algunas cosas, y por último estaban Kim Yugyeom y Kunpimook Bhuwakul pero que para hacer la vida más fácil pedía que se lo llame BamBam y claro nadie se negaba, a ambos los conoció hace unas semanas, se mostraban muy simpáticos, llenos de confianza y energía y en algún punto sentía cierta envidia, había momentos en que deseaba ser tan extrovertidos como ellos, por ejemplo cuando tenían alguna pregunta alentaban a que Im Jaebum participe, lograban que se le escapara una que otra sonrisita y JinYoung sin darse cuenta de un modo automático también sonreía.



Y eso solo fue el comienzo, de la sonrisas siguieron los nervios y ansiedad de verlo en los pasillos, de hacerse el despistado y no saludarlo porque no tenía idea de si Jaebum lo saludaría o no, y se negaba a pasar por esa clase de humillación y cuando  se encontraba acostado en su habitación, segundos antes de conciliar el sueño se recriminaba a sí mismo por ser tan dramático pero era un acto que volvía a repetir una y otra vez, hasta que llegó otra de las juntadas a fin de mes programada por Jackson.

Esa vez comieron con paciencia y los ánimos estables, se escuchaba una que otra queja sobre trabajos finales, sentimientos de culpa por vagabundear el cuatrimestre, de enojo por no ser capaces de obligarse a estudiar, confianza de que van a poder pasar la mitad del año así sea por un milagro, tranquilamente podían ponerse en el lugar del otro.

JinYoung se sentía muy cansado, lo suficiente para que su atención navegara entre lo que comentaban sus amigos, el chico sentado detrás suyo, en la música que los adornaba e incluso en los autos que pasaban, estaba tan ido que no percibió como Im Jaebum lo observaba, es que Jaebum entendía qué le pasaba a JinYoung, toda esa semana estuvo de ese modo, con la cabeza muy lejos de la vida real, prefería dormir que estar preocupándose por las materias, pero cuando Jackson le avisó de aquella salida, se sintió algo aliviado, necesitaba despejarse.

Fue inevitable no dejar escapar una risita cuando Park JinYoung empezó a cabecear, le daba cierta ternura y con esa imagen se durmió esa noche y despertó con otra, una donde JinYoung cabeceaba pero no precisamente del sueño sino en un sentido  perturbador.

Soñar con ese chico que apenas conocía haciéndole una mamada nunca hubiese cruzado por su mente estando consciente, pero ahora lo hacía y lo peor de todo es que lo ponía caliente.

Cuando las luces se apagan. BniorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora